Exponiendo mi pensamiento acerca de la REVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA, para invitar a la gente a CAMBIAR ESTA VAINA, despertando la INDIGNACIÓN social frente a los bochornosos actos de corrupción que día tras día carcomen los recursos públicos y entorpecen el desarrollo social, educativo, económico y de infraestructura, entre otros; me topé con un gran amigo que me expuso un tema muy interesante relacionado con las responsabilidades de todos los colombianos, texto éste que encontramos en la Constitución Política de Colombia en su artículo 95, que muy pocas personas conocen, el cual dice: “La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional.
Todos están en el deber de engrandecerla y dignificarla. El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución implica responsabilidades. Toda persona está obligada a cumplir la Constitución y las leyes. Son deberes de la persona y del ciudadano:
- Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios; 2. Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas; 3. Respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas para mantener la independencia y la integridad nacionales. 4. Defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia pacífica; 5. Participar en la vida política, cívica y comunitaria del país; 6. Propender al logro y mantenimiento de la paz; 7. Colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la justicia; 8. Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano; 9. Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad.
Por qué quise presentar este artículo en el día de hoy, en mi columna de opinión, porque debemos prepararnos no solamente para exigir e indignarnos por el no cumplimiento de las obligaciones de nuestros gobernantes, sino que es pertinente conocer y ser conscientes de nuestras responsabilidades individuales como ciudadanos de un país democrático como el nuestro.
En la medida en que seamos absolutamente conscientes y consecuentes frente a esas responsabilidades y cumplamos con las mismas, podremos exigir mucho más a nuestros dirigentes; esa es parte de la Revolución de la Conciencia y con ello coadyuvamos al cambio que proponemos.
No puede un Concejal en ejercicio exigirle al Alcalde Municipal que desempeñe eficientemente su cargo, o a un Secretario de despacho que acate el manual de funciones y trabaje arduamente por alcanzar los objetivos trazados en el Plan de Desarrollo del municipio, si éste representante del pueblo no ejerce con seriedad y compromiso sus funciones, la cuales claramente aparecen en el artículo 313 de la Carta Política de nuestro país, y solamente se dedica a favorecerse así mismo.
Paulo Coelho, uno de los escritores más leídos del mundo, escribió en Brida, una de sus obras, que “Los hombres son dueños de su propio destino. Siempre pueden cometer los mismos errores. Siempre pueden huir de todo lo que desean y que la vida, generosamente, coloca ante ellos. O pueden entregarse a la Providencia Divina tomados de la mano de Dios y luchar por sus sueños, aceptando que ellos siempre llegan en la hora adecuada”.
Solamente siendo conscientes de nuestros actos y de la responsabilidad que nos asiste el hecho de ser colombianos, máxime si decidimos apostarle al servicio a la comunidad, podemos liderar cambios trascendentales basados en el cumplimiento de las leyes y el ejemplo dado con el cabal actuar.
—
Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
Twitter: @Hufercao04