Crece la audiencia de los preocupados por el manejo irracional del medio ambiente, unos por cuenta de las reiteradas manifestaciones de alteración de su normal funcionamiento y que regularmente terminan en tragedias humanas provocadas por inundaciones, avalanchas, vientos huracanados, sequía severa, extinción de especies animales y vegetales, en fin, una serie de fenómenos de la naturaleza provocados por la acción sin control del hombre; otros engrosan la multitud de alarmados por sus profundos conocimientos del funcionamiento de la tierra y manejan información y datos que corroboran el acelerado proceso de deterioro del planeta, en este grupo se encuentran científicos de la Nasa, la agencia aeroespacial de los Estados Unidos que aprovechando instrumentos en los satélites que gravitan alrededor del globo terráqueo, vienen estudiando su comportamiento y en reciente estudio concluyeron que los efectos del cambio climático que han incrementado en los últimos años la temperatura en dos grados centígrados son irreversibles y que una de sus consecuencias será por efecto del deshielo el aumento del nivel del mar en cerca de un metro en el presente siglo, colocando en serio riesgo la sobrevivencia de incontables ciudades y poblaciones ubicadas en las costas marinas, el elevamiento puede ser mayor y más devastadoras sus consecuencias si no logramos modificar el modelo económico imperante basado en la quema de combustibles fósiles, la deforestación de extensas zonas y una producción de alimentos ajena a las necesidades propias de la población y más orientada a la generación de negocios.
La mayor responsabilidad de la producción de gases invernadero se encuentran en Estados Unidos y China por el tamaño de su aparato productivo y los altos niveles de consumo de sus habitantes; sin embargo, sus gobiernos se niegan a tomar cartas en el asunto, por otro lado naciones como la nuestra que aún disponen de ecosistemas generadores de oxigeno estamos a punto de perderlos por cuenta de la política minero-energética del gobierno que a través de la ANLA está en la expedición a granel de licencias ambientales que faciliten la exploración y explotación en zonas de Páramo, humedales y territorios de enorme valor ambiental por ser proveedores de recursos hídricos y elementos fundamentales para la preservación de la biosfera.
Movilizaciones como la realizada el viernes pasado en varios municipios del Huila que convoque a la mayoría de la población para exigir un cambio de política que consulte los intereses de las comunidades son indispensables en el proceso de organización que urge para frenar las decisiones del gobierno contrarias a la protección de nuestros recursos y nuestro futuro.
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Por: Libardo Gómez Sánchez – libardogomez@gmail.com
