La labor de la Novena Brigada y del equipo de la emisora Colombia Stéreo 99.7, le permitió al pequeño Keiner, ser Comandante de esta unidad militar por un día.
Con la fe intacta y seguro de poder vencer cualquier obstáculo, a sus nueve años, Keiner Zarate Córdoba, hizo realidad su sueño, servir a la Patria, portando con gran orgulloso el uniforme del Ejército Nacional.
Lo hizo con todos los honores; luego de salir de la Unidad de Cuidados Intensivos, a tan pocas horas de haber terminado sus quimioterapias, el pequeño llegó al cantón militar con una energía única. En ceremonia recibió de manos del señor oficial Pedro Pablo León, el grado de Coronel y el mando de las tropas que tienen la misión de salvaguardar la seguridad en el Huila.
Sus ojos expresaban lo feliz que lo hacía ser un soldado de Colombia, izó el pabellón nacional y pasó al casino de oficiales para recibir el primer alimento del día, sin saber las sorpresas que aún le esperaban.
En un carro táctico del Batallón de Desminado Humanitario N.° 5, se trasladó al Batallón de Movilidad y Maniobra de Aviación N.°5, donde el equipo de pilotos lo recibió con bombas y aplausos. Con una fuerza inquebrantable caminó hacia la pista de aterrizaje, subió al helicoptero Huey II y conoció la tarea que tienen los aviadores de defender, desde el aire, la soberanía del país.
La jornada no terminó allí, Keiner recorrió el cantón militar y aprendio de la labor que realizan los desminadores humanitarios en pro de limpiar los campos huilenses de la amenaza que representan las minas antipersona. Como premio, recibió la moneda de la unidad.
El turno para rendirle honores a este guerrero, estuvo a cargo del Batallón de Artillería de Campaña N.° 9, unidad que tiene la misión de salvaguardar la seguridad en el norte del Huila. Como obsequio el señor comandante por un día, recibió la placa de la unidad.
No podía finalizar su gran sueño sin visitar las instalaciones de la emisora Colombia Stéreo 99.7; micrófonos desde los que se invita a los soldados a seguir trabajando con amor y compromiso por los huilenses.
Un sueño cumplido, que permite demostrar que no hay limites para alcanzar las metas, que puede más el deseo de vivir y servir y que los soldados de Colombia, siempre estarán ahí, donde más se les necesite.