A principios del mes de julio, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE-, presentó su habitual informe sobre desempleo en nuestro país. Dicho informe que mide la tasa de desocupación al mes de Mayo, reflejó una leve variación a la alta, 8.9% frente al mismo periodo anterior. Y aunque el informe, sigue ubicando al país sobre un digito, la situación de Neiva, no baja de dos, pues en el marco de esa consulta, aparecemos en el poco honroso décimo lugar, con una tasa de desocupación del 11.3%.
Pero como decía el sabio Chapulín Colorado, “Calma, Calma, que no panda el cúnico”, si bien Neiva continúa sobre dos dígitos, y sigue sobre el puesto décimo, los evaluados son 24, entonces, no hay de qué preocuparse, “estamos bien”.
Pero frente a esta situación lo que más preocupa no es tanto el seguir en dos dígitos sino la veracidad de la información, pues para nadie es secreto, que con el objetivo de mejorar indicadores, se ha venido contemplando el “subempleo” como una fuente de generación de empleo digno, pero ¿realmente lo es?.
Para aclarar el tema, es preciso recordar la multa que el Tribunal Contencioso Administrativo del Huila, dictó en proceso desacato al actual alcalde de Neiva, porque según la providencia la ciudad se “encuentra completamente invadido por vendedores ambulantes, situación que atenta contra el bien común de las personas que con dificultad se desplazan por las calles y vías peatonales de dicho sector, sumado al alto índice de inseguridad y la proliferación de basuras que dicha ha generado”.
Frente al particular, es menester precisar que los mal llamados vendedores informales no son la fuente de esta problemática, ya que la invasión de zonas públicas por parte de establecimientos comerciales y viviendas, es evidente en todo el territorio del municipio.
Además, no se puede ser ajeno a la innumerable cantidad de familias que hoy hacen de este su escenario de trabajo, y si bien esto va en contravía de algunas disposiciones legales, una ciudad en desarrollo debe comprender que su principal tesoro son las personas, por ende debe garantizarse la protección de los diferentes derechos humanos, constitucionales y legales a las diferentes poblaciones que han hecho del espacio público, su única fuente de sustento. Esto a través de soluciones alternativas que propendan en una mejor calidad de vida y dignidad humana de toda la ciudadanía.
Por esta razón, el Movimiento Político MIRA en el marco del Acuerdo por Neiva, estableció como segundo punto la creación de una “Política Pública para la recuperación y el uso democratizado del espacio público”, que establezca los parámetros que permitan lograr la reconciliación y la armonización entre la protección del espacio público y el derecho al trabajo.
Si bien todos los ciudadanos tenemos derecho al goce y disfrute de los espacios públicos, no podemos desconocer que hoy por hoy son más de 1.000 las familias que azotadas por el desempleo, han encontrado en el espacio público una fuente de trabajo.
Por eso, no podemos olvidar que aquel a quien despectivamente llamamos vendedor de la calle, ambulante o informal, es un conciudadano que pensando en sacar su familia adelante, decidió seguir adelante, y con la frente en alto convertirse en un trabajador… del espacio público.
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