Cada quien habla de las ferias de acuerdo a como le va en ellas y generalmente pasa mejor quien tiene un buen caballo, una buena compañía y plata para gastar. Parecido sucede en las campañas políticas, ya sea para JAL, concejo, asamblea, alcaldía o gobernación; para todos los casos es lo mismo.
Y es que definitivamente hacer mercado sin plata es muy jodido, especialmente cuando lo de comprar en mucho porque los huéspedes son bastante numerosos y de buen comer.
Ese exagerado costo para desarrollar campañas políticas es el principal alimento de la corrupción, pues asumir responsabilidades leoninas de índole económico para prestar un servicio comunitario desde un escaño en alguna corporación o cargo de elección popular, lleva a los elegidos a buscar la manera de recuperar sus inversiones y a tratar de alcanzar utilidades.
Como candidato al Concejo Municipal de Neiva he podido vislumbrar de primera mano las dificultades existentes para poder llegar a una corporación como esta, más si se hace el ejercicio de manera limpia y seria, por tres razones:
Primero. Neiva es una ciudad con un índice de pobreza muy elevado, en la que las oportunidades de empleo son escasas y muchos ciudadanos que atraviesan condiciones económicas difíciles ven en las temporadas proselitistas una oportunidad para obtener algún ingreso y eso incrementa los costos de las campañas, pues la gente exige dádivas, pago por el voto, favores individuales y colectivos, difíciles de cubrir.
Segundo. Existen campañas políticas con abultados presupuestos, las cuales por obvias razones logran alcanzar una amplia ventaja sobre las otras, pues atendiendo a lo dicho en el punto anterior, obviamente logran atender mejor esas listas de mercado tan largas y costosas.
Tercero. La publicidad juega un papel fundamental, pues es la manera de dar a conocer la imagen, nombre y partido de los aspirantes, pero dicha publicidad además de ser sumamente costosa, ahora se ha convertido más en un problema que en un elemento de ayuda, dadas las múltiples restricciones y regulaciones, existentes.
Emiliano Zapata, líder mexicano, expresó una frase muy emotiva que dice, “Yo estoy resuelto a luchar contra todo y contra todos sin más baluarte que la confianza y el apoyo de mi pueblo”, no obstante, lo romántico y sensible de estas palabras, la realidad con la que nos enfrentamos quienes tenemos buenas intenciones en distinta, pues el apasionamiento del pueblo, en la mayoría de los casos, se logra a través de una conquista colmada de detalles, que generalmente son muy caros.
Ahora que estamos en la recta final de la campaña, debemos tratar de convencer con las ideas y las propuestas, expresando claramente y con franqueza las sanas intenciones que acompañan nuestra aspiración, demostrando el amplio conocimiento existente sobre la situación real del municipio de Neiva, formulando salidas a la problemática local, pero además, interpretando las necesidades y deseos de la población, para que con un trabajo juicioso, honesto, responsable y dedicado, se logre cumplir con la palabra empeñada, haciendo un representación digna y decorosa, de toda la comunidad en el Cabildo Municipal.
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Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
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