Así podemos definir el actual Concejo de Neiva.
Una corporación que se dedico en gran parte de este período a dar titulares a la prensa local y nacional a través de los actos bochornosos por parte de unos, pero también por la forma de actuar de otros a la hora de tomar decisiones administrativas.
El primer titular que tuvimos de esta corporación fue la elección de uno de sus miembros a través del anterior Gerente de la ESE Carmen Emilia Ospina bajo presión a los contratistas de esta entidad para votar por el candidato de su preferencia.
Tanto al exgerente como al candidato de su preferencia fueron capturados y hoy en día gozan de libertad porque no se les ha comprobado si son o no inocentes.
El segundo titular fue la elección del Contralor y la Personera. Un negocio que se conoce a voces de pasadas administraciones y cabildantes de la corporación que hasta este período fueron procesados por cohecho por dar u ofrecer, cohecho propio, contrato sin cumplimiento de requisitos legales, interés indebido en la celebración de contratos, obtención de documento público falso, destrucción, supresión y ocultamiento de documentos.
Finalmente, el comportamiento de algunos con su altanería, egolatría y la falta de valores realmente dejan mucho que desear de las personas que llegan a la corporación.
Algunos son juiciosos para estudiar y presentar proyectos, otros básicamente se dedican a sabotear las sesiones y en algunos casos a calentar el puesto para recibir el pago. Aquí lo que necesitamos son concejales activos, juiciosos y con ganas de pensar y debatir sobre el presente y futuro de nuestra ciudad.
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Por: Cristian Dussán – comunicaciones@cristiandussan.com
