El accidente del bus colombiano en Ecuador deja, una vez más, en evidencia, que el mal llamado “transporte público especial de pasajeros” en Colombia es un mundo aparte, sin dios ni ley donde impera la informalidad, la trampa, los engaños y, finalmente, la muerte de inocentes pasajeros. En este pavoroso caso, que ya cobra 24 víctimas mortales, todo es oscuro y confuso.
Y mientras en Ecuador el presidente de la República, Lenin Moreno, ya echó de sus cargos a 7 funcionarios del control del tránsito en su país, en Colombia los responsables, o irresponsables, pasan de agache y se limitan a expedir largos comunicados de prensa, como el del superintendente de Transporte, Javier Jaramillo.
El bus era colombiano, salió de Colombia con papeles falsos, estaba en malas condiciones mecánicas, dio vueltas por una ruta que es absolutamente extraña pues lo lógico es que si la mayoría de pasajeros eran de Cali, debía ir a Popayán, Pasto, Ipiales y llegar a Ecuador. Pero no. Se fue por Paletará e Isnos, lo confirma una pasajera que dice que estuvieron varios días varados en Isnos y luego llegando al Putumayo, aunque el contrato falso dice que la ruta era por Neiva hacia Pitalito y desde allí al Putumayo y Ecuador.
“El vehículo presuntamente no portaba permisos de transporte internacional», dice el superintendente. O sea que ni siquiera él, que es la autoridad, sabe si había permisos internacionales. Y ese eficiente funcionario nos dice también, después de los 24 muertos, que “se pudo establecer que el vehículo es modelo 2005, marca Mercedes Benz, con Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat) expedido el 01 de febrero de 2018 y revisión técnico mecánica realizada el 02 de febrero de 2018 en Centro de Diagnóstico Automotor de Jamundí”.
Eso sí, los papeles al día, porque en Colombia lo importante son los papeles, no importa si son chimbos o no, si la revisión técnico mecánica estuvo bien hecha. Acá importan las formas, no la realidad, así como hay gente que les paga a unos estafadores para que aparezcan en el sistema como si estuvieran al día y afiliados a la seguridad social, sin que realmente lo estén.
Ecuador, una vez más, nos da ejemplo de cómo se impone la autoridad. El presidente Lenin Moreno hizo lo que debe hacerse, que se vayan los que no cumplieron sus funciones para evitar la tragedia. Y acá, de donde son las víctimas, de donde es el bus, por donde transitó por diversas carreteras el vejestorio de bus, acá nadie ha sido echado. Más, bien, siguen echados en sus poltronas mandando comunicados tan chimbos como los papeles del bus.
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Por: Melquisedec Torres Ortíz
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