La corrupción no solamente ha permeado a la sociedad colombiana en todos los niveles y sectores sociales, se ha apoderado de estos y en muchos se ha encriptado de tal manera que no puede ser descubierta fácilmente o simplemente no puede ser perceptible a simple vista, aunque esté presente y sea parte de las operaciones individuales de organizaciones y personas.
Definitivamente el mago que destapó lo de Othebrecht en Colombia con el ánimo de cerrarle el paso a los precandidatos del Centro Democrático, movimiento político del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, personaje señalado presuntamente de participar en diferentes casos de corrupción estatal, vínculos con la delincuencia organizada y todo tipo de hechos en contra de la ley; debe estar arrepentido porque la candela se le metió a la casa y si el objetivo era desacreditar al CD, sus medios no logaron el fin y lo que consiguieron fue perjudicar al actual mandatario nacional, quien se acabó de deshonrar pues es claro que tiene al país atravesando por una de las más difíciles crisis económicas vividas en esta nación, y no lo dicen los indicadores, lo expresa el pueblo en general, funcionarios públicos y privados, comerciantes y empresarios.
Nuestra ultrajada patria ha vivido de escándalos tras escándalos, pero podemos citar los más célebres como fueron el inolvidable “Proceso 8000”, con el cual se descubrió que la campaña a la presidencia de Ernesto Samper recibió dineros del narcotráfico, hechos conocidos por varios políticos manidos como Horacio Serpa y muchos más.
Otro gobierno marcado por el mismo flagelo de la corrupción fue el de Álvaro Uribe Vélez, por infinidad de hechos que enlodaron el buen nombre de su mandato y que con un cinismo sin igual, han sido desmentidos por el mismo ex presidente, el cual cuenta con un blindaje tal, que le permite seguir dando lora con voz en cuello, sin que puedan hacer algo en contra suya.
Y ahora esta perla en la que se ve involucrado el mandatario nacional Juan Manuel Santos Calderón, quien en un momento de crisis económica nacional y descontento general de la población, termina de infamar su nombre y deslegitimar su elección, pues en declaraciones Roberto Prieto, gerente de la campaña de Santos Presidente, “aceptó ante los micrófonos de Blu Radio que la firma brasilera sí hizo un giro de dinero y que dicho monto no fue reportado ante las autoridades electorales. Reconociendo que aquello era ilegal e irregular”.
Es triste que continuemos por el mismo sendero vericueto de la corrupción en donde se apoderan a montones de los dineros públicos y con desvergüenza niegan sus actos mal intencionados y viciosos que enormemente complican día a día el futuro de este país y sus habitantes.
Así las cosas pierde uno absolutamente la fe en la institucionalidad y debe optar por prepararse para sobre vivir en esta jungla en la que podemos ser atacados por feroces animales políticos que entre rugidos de fiera se apoderan de todo cuanto encuentran a su paso.
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Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa – hfco72@gmail.com
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