Después de la alta e histórica votación que obtuvo Rodrigo Lara con la que fue elegido acalde de Neiva, pues es innegable que su gobierno es legítimo.
Antes que anteponer intereses personales de quienes apoyaron su propuesta, prima precisamente que debe gobernar para todos y no para unos pocos, ni para las “organizaciones” que normalmente acorralan al gobernante para someterlo a negocios o a temas de cohecho o de corrupción.
La opinión no puede dejarse polarizar por quienes sistemáticamente y acudiendo a las armas de la tergiversación que ahora se potencializaron por la facilidad en las redes sociales de enlodar o de nublar o incluso de generar amarillismo.
No hay nada más fácil hoy en día para el daño de imagen o de proyectos que las redes sociales. Se podría decir que el mal uso de estas crea opiniones mediocres con la facilidad con la que un niño juega.
Neiva viene con muchos retrasos en materia de movilidad, de infraestructura, de empleo, de educación, y de cultura ciudadana, etc; esto es consecuencia de la planeación a corto plazo cuya máxima responsabilidad recae en la clase política; a quienes no les conviene una ciudadanía proactiva y participativa, no es viable para esta ‘remutante’ clase política que esta se eduque en temas de acompañamiento y de seguimiento a la administración municipal.
Se equivocan quienes critican sistemáticamente todo y no ven nada bueno. Probablemente, si se hace un estudio a fondo se podría concluir que a Rodrigo le quieren es mermar proyección política aparte de todos los intereses mezquinos.
Un gobernante tiene pleno derecho de seleccionar su gabinete e igualmente hacer correctivos. No es coherente que sin fundamentos de peso se pretenda desgastar a un gobernante, esto termina haciéndole daño a la misma ciudadanía.
Quienes no aceptan los cambios y no reconocen aciertos de una administración cuyo líder ha sido muy responsable a lo largo de su vida profesional y que tiene los méritos para estar donde está serán estos susceptibles a que su lengua los condene.
Creo que en las elecciones pasadas la ciudadanía en su mayoría se reconcilió con el voto a la mejor opción y se avanzó en la democracia local que tanta falta hace a la ciudad para tener y lograr un mejoramiento continuo de tantos temas rezagados y que son prioritarios.
Este escrito tal vez no persuada a quienes respetuosamente considero que perdieron el enfoque y ensillaron los caballos con los que correrían con afán los caminos de la ambición y se estrellaron con ilusiones que creo en su mayoría fueron producto de su propio plan.
No es para nada respetable el crecimiento de un político que apunta de mala fe da golpes a una propuesta que la ciudadanía respaldo plenamente.
Dejen gobernar a Lara o si quieren gobernar de otra manera háganse elegir o propongan correcciones con argumentos sólidos.
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Por: Carlos Cabrera Collazos – ccabreracollazos@gmail.com
