El síndrome de Asia, entre otras razones, es uno de los principales argumentos para retirarlas
Las cirugías estéticas son tan antiguas como se pueda pensar. Gracias a la posibilidad que ofrece de perfeccionar algún aspecto que se quiera mejorar, cientos de personas en el mundo la escogen como la técnica por excelencia para mejorar su aspecto corporal.
El mercado, que día a día se renueva, presenta cada vez más y mejores técnicas para ser menos invasivas y presentar mejores resultados. Por eso, se espera que el segmento mantenga un crecimiento importante, del 9,5% hasta el 2030, de acuerdo a Statista.
Muestra de este crecimiento son las cifras que la misma firma especializada en estadísticas presenta. Entre 2009 y 2010 los profesionales de la cirugía plástica aumentaron en el mundo en un 7%, representando casi 17 millones (7.137 ubicados en suramerica y 950 en Colombia), practicando principalmente procedimientos como liposucciones y mamoplastias de aumento, en pacientes mayoritariamente menores de 35 años.
Sin embargo, a pesar de los grandes esfuerzos de la industria por mostrar resultados naturales, en la última década se ha presentado un “reversazo” pues miles de pacientes estan optando por regresar a su “estado original”. Un ejemplo de ello son las pacientes que, bien sea por desición propia, o por circunstancias externas a ellas, están reversando la mamoplastia.
“Éste es el caso principal de reconstrucción en cirugía plástica. En muchas ocasiones, las pacientes que pasan por este procedimiento deciden quitarse los implantes por un tema de naturalidad, o porque no están satisfechas con el resultado final, pero en los últimos años hemos evidenciado que muchas de ellas se han visto obligadas a hacerlo por las reacciones de su cuerpo que llevan a sospechar sobre un posible síndrome de Asía”, explicó el cirujano, especializado en cirugía plásica y reconstructiva, Miguel Montalvo.
El Sindrome de Asía, o Síndrome Autoinmune Inducido por Adyuvantes, es una enfermedad reciente que aún está en estudio y que se caracteriza por presentar el rechazo por parte del cuerpo a dispositivos externos como los biopolimeros, protésis de fémur y las siliconas utilizadas en los implantes mamarios.
Éste rechazo, hace que el cuerpo luche contra sí mismo haciendo que se ataque y se presenten patologías que pueen afectar la salud y el estilo de vida de quienes lo padecen.
Por eso, cuando del síndrome de Asía se trata, la recomendación indiscutible es retirar la protésis mamaria y pasar por un procedimiento reconstructivo para recuperar la forma natural de los senos.
“Diagnosticar un caso de Asía no es sencillo pues presenta síntomas que pueden ser asociados con otro tipo de enfermedades. Por eso es muy importante que quienes presenten cambios en su humor o salud general lo manifiesten a su cirujano para poder tomar correctivos a tiempo”, explicó el Doctor Montalvo.
Síntomas como fatiga crónica, insomnio, ansiedad depresión, piel seca,tinitus, caída del pelo, alteraciones visuales, migraña, vértigo, mareo, ojos y boca seca, dificultad para tragar, uñas frágiles, alergias, dolores lumbares, torácicos y articulares e infecciones urinarias, son signos de alarma que se deben tener siempre en cuenta.
