Al caído, caerle

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En el negocio del fútbol, donde solo importa el billete, el valor de la solidaridad y ayuda al necesitado, no está dentro de las cuentas de algunos dirigentes colombianos.

Hoy Atlético Huila y Jagüares de Córdoba, están pensando donde jugar sus partidos de local el próximo año, porque la Dimayor les advirtió que si no solucionaban lo de la energía en sus estadios, Guillermo Plazas Alcid de Neiva y Jaragüay de Montería, respectivamente, no podrán seguir jugando en sus ciudades de origen.

Tanto Atlético Huila como Jaguares, resultaron perjudicados por  la corrupción y por aquellos que no manejaron bien los recursos públicos en la construcción de los citados estadios de futbol.

Además de esto y de la penosa situación financiera en que andan, los directivos opitas y cordobeses tienen que sufrir en carne propia la desidia, el egoísmo, la soberbia, egolatría, mezquindad, insolidaridad y poca consideración de algunos presidentes de clubes que hacen parte de la Dimayor.

Estos indolentes, conocedores de las batallas que han tenido que enfrentar sus similares de Atlético Huila y Jaguares, decidieron dejarlos solos y en lugar de respaldarlos para evitar que se ahoguen, le arrojaron más rápido la piedra, para que se hundan sin el más mínimo asomo de pesar y una buena dosis de indiferencia.

Que los políticos y los demás le den la espalda al Atlético Huila y Jaguares vaya y venga, pero que la propia Dimayor, por el embeleco de unos cuantos, les retire el apoyo, es lo que resulta inaceptable; justo en este momento cuando los dos claman a gritos solidaridad para que les permitan jugar por obvias razones en horas de la tarde en Neiva y Montería, de lo contrario tienden a desaparecer.

Dimayor alega que todo estadio debe contar con servicio de energía para poder llevar a cabo partidos nocturnos.

En el caso del Plazas Alcid y el Jaragüay, carecen de alumbrado debido a la problemática que ya todos conocemos y nada tienen que ver los equipos que usan estos escenarios.

Le recuerdo a la Dimayor, que no fueron los presidentes de Atlético Huila y Jagüares los que rompieron las bombillas de las torres eléctricas de dichos escenarios.

Ahora  bien, si la idea es jugar de noche, pues que por ahora no lo hagan en estas plazas; en lugar de talanqueras, facilítenle las cosas. Por amor a Dios, no le pongan otra cruz a cuesta a los directivos del Atlético Huila y Jagüares.

Ya son suficientes los problemas que tienen, como para asumir uno más, todo por la falta de solidaridad y gadejo de una minoría que se las da de poderosa, dentro del balompié colombiano.

Sin razones de peso y sin una gota de solidaridad, Dimayor dió un ultimátum al Atlético Huila y Jaguares. En consecuencia el próximo año (2018) no se jugará de tarde en Neiva ni Montería, la Liga Profesional.

Así las cosas,  entonces, que la FIFA le prohíba a la CONMEBOL, programarle en horario vespertino partidos por eliminatorias suramericana a  nuestra  selección Colombia en la ciudad de Barranquilla  y aprovechen que el estadio Metropolitano sí tiene sus luminarias intactas para que los juegos de nuestra amada tricolor, se lleven a cabo en jornada nocturna.

Como el lloriqueo de algunos es para no jugar en la tarde porque se asolean y de pronto se les derrite su individualismo, entonces ¿los que somos de tierra cálida si tenemos obligatoriamente que jugar en clima frío de noche?

Señores seamos serios, no nos distraigamos en asuntos superficiales y más bien tengamos en cuenta que si le caemos al caído, así mismo nos caerá la justicia divina, la que a diferencia de la terrenal, nunca cojea y siempre llega con la medida exacta de nuestros actos.

Por: Carlos Andrés Vargas Tamayo – @averiguelovarga

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