La administración que preside el Dr. Rodrigo Lara Sánchez está celebrando desde ayer, con nutrido programa, los 407 años de la fundación de Neiva, que tuvo lugar el 24 de mayo de 1612.
Entre los principales actos estuvo la presentación de la obra de teatro “La Conquista, la fundación y la Neiva de hoy”, y las habituales condecoraciones, en esta fecha, a las personalidades que en diversos campos de la cultura, el civismo, los deportes, la educación, el comercio y la industria se han distinguido en el último año.
Hoy, después de la ofrenda floral ante el busto de Diego de Ospina y Medinilla, y el desfile folclórico, a partir de las diez de la mañana, en la Agencia Cultural del Banco de la República, se celebra la sesión solemne de la Academia Huilense Historia en que se posesiona su Junta Directiva 2019-2021, se da posesión a sus nuevos miembros, y culmina con la conferencia a dos voces (Reynel Salas Vargas y Delimiro Moreno) sobre la fundación de la ciudad, sus avatares en 407 años, su presente y su futuro.
Se hace hincapié en que el 24 de mayo de 1612 tuvo lugar la única fundación de la ciudad –y no la tercera, como se divulgó mucho tiempo por algunos historiadores locales-, porque las anteriores supuestas fundaciones, en Las Tapias (Campoalegre) y Villavieja, fueron sí, en la extensa región, pero no se operó ningún “traslado” a la ciudad de don Diego, quien no las tuvo en cuenta para nada en su fundación por orden del Cabildo de Santafé y el presidente de la Real Audiencia, don Juan de Borja.
Ni el puesto de avanzada militar establecido el 8 de diciembre de 1539 en Las Tapias, Campoalegre, por Juan de Cabrera, teniente de Belalcázar, y abandonado por la presión de los aborígenes pocos meses después, en 1540; ni la de Villavieja, el 18 de agosto de 1550, por el capitán Juan Alonso, quien dio a su ciudad el nombre de San Juan Nepomuceno, tuvieron relación de continuidad con la ciudad de la “Limpia Concepción de Neiva” fundada, repetimos, por don Diego de Ospina y Medinilla, quien nunca pensó en “trasladar” Villavieja a otro sitio, sino en fundar otra ciudad, y ni siquiera utilizó a esta como punto de avanzada, sino que hizo una cuarta fundación en este valle, el Real de Minas de Fortalecillas, el 23 de enero de 1612, empresa minera desde la cual organizó y dirigió la fundación de su ciudad.
Así, pues, el 24 de mayo de 1612, don Diego de Ospina y Medinilla fundó a Neiva en una región despoblada, no con los españoles y los indígenas que miserablemente sobrevivían en San Juan Nepomuceno, sino, como lo han demostrado con documentos del archivo de Sevilla Hernán Clavijo y Humberto Montealegre, con vecinos blancos de Santafé, indios Moscas y Panches y 35 esclavos negros.
Es esta, pues, la fundación que hoy celebramos con diversos actos.
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Por: Delimiro Moreno – morenodelimiro@gmail.com
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