Con su gran actuación en los mundiales celebrados en Las Vegas, Estados Unidos, Andrea Olaya no solo logró un cupo para Colombia en Río 2016: también cumplió el sueño del Huila de volver a tener un deportista olímpico, después de 19 años.
A sus 21 años, Andrea ha logrado un gran palmarés en el deporte de la lucha olímpica, disciplina que en el Huila ha estado siempre relacionada con los hombres y más exactamente con la familia Ipuz, quienes han sido habituales en diferentes campeonatos.
“Para mí es un gran orgullo ser mujer y a ¿quién no le gusta hacer historia?, ser la única luchadora huilense con medallas es algo para estar contenta”, dijo esta joven, que en su momento fue considerada por el diario El Tiempo, como la sucesora de Jackeline Rentería.
Sus orígenes
Andrea Olaya nació en 1994 en Neiva, es la menor de una familia de cuatro hermanos e hija de docentes, los cuales le inculcaron una férrea disciplina estudiantil, que la hizo destacarse en el colegio.
“Ellos, como maestros, siempre exigieron mucho. Mis papás no aceptaban notas mediocres. Si sacaba una nota inferior a un sobresaliente, se armaba un problema en la casa”, dijo Andrea, quien compaginó los estudios con la práctica de deportes en la infancia, como el taekwondo, natación, porras, hapkido, voleibol y patinaje.
Su contacto con la lucha llegó de la mano de uno de sus hermanos, quien la animó a competir, en parte por la ausencia de rivales en su división y por sus posibilidades de competir en un torneo nacional. Al principio compitió con el fin de bajar de peso, pero al poco tiempo empezó a practicar tácticas y llegó a participar en los primeros torneos y a conquistar podios.
Los triunfos
Esas primeras intervenciones, con el tiempo se convirtieron en la puerta de entrada para diferentes torneos en el Huila, así como para convocatorias a la selección Colombia, con la cual ha logrado importantes figuraciones, en Juegos Bolivarianos y Suramericanos.
Actualmente, Olaya ha aplazado sus estudios de diseño industrial en Bogotá, con el fin de entrenar para seguir destacándose en diferentes competencias internacionales y lograr su gran anhelo: ser la primera huilense en ganar una medalla olímpica.
