Argentina está intentando evitar una hiperinflación producto de malas políticas populistas de décadas. Ojalá se salve, pero mientras escribo esto, la economía colombiana completa 3 meses consecutivos con saldo en rojo copiando lo peor de mi amado país.
Las cosas no se están haciendo bien y los resultados son evidentes en ambos países. Y para sumarle a esta débil situación nacional, en Neiva la realidad nos perjudica a todos cada día más. ¿Habremos tocado fondo ya, o nos pueden sorprender y estar todavía peor?
Todos estamos esperando con mucha expectativa la información del empalme entre las sorpresas inesperadas del alcalde saliente Gorky y el que mucha gente votó para concretar un cambio en la forma de administrar la ciudad capital del Huila. ¿Quién se anima a afirmar que en Neiva las cosas marchan bien? Salvo los aplaudidores oficialistas de siempre, que con su egoísmo defienden lo indefendible, solo es cuestión de informarse y mirar alrededor. Una ciudad entristecida por su realidad que ya nadie se anima a negar.
Y no salgo de mi asombro al leer las noticias, ¿ya nadie defiende al alcalde? ¿Dónde están todos los beneficiados de esta administración? Leer los medios no hace más que preocuparnos por los acontecimientos que describen.
Fácil sería echarle la culpa a los periodistas por aportar conocimiento, que últimamente coincide con la realidad en la mayoría de los casos. Neiva está fea y no es confiable en prácticamente nada.
Esa sensación de fragilidad en todo, si uno se distrae puede caer en un hueco y perder la vida o sufrir un daño físico irreparable o ser atracado violentamente. Y como el alcalde saliente solo se dedicó a echar culpas y criticar a la policía y evidenciar su inseguridad hablando de robos de cables, de semáforos etc. etc. logró que ya pocos confíen y crean. ¿Paros y manifestaciones de contratistas de la alcaldía por falta de pago?
Esta situación laboral mediocre e injusta la venimos escuchando hace tiempo. No pagarle a alguien por su esfuerzo es ir contra los sagrados derechos humanos básicos y humillar al ser que debe sustentar un hogar. No hay perdón para quien se anima a llegar a este punto.
La crisis institucional es de una magnitud gigantesca. Por todos lados comienzan a animarse y expresar descontento o evidenciar irregularidades. Las denuncias de los concejales Juan Diego Amaya y Lourdes Mateus, a uno no hacen más que asustarlo. ¿Qué nos espera como ciudadanos? A los que la administración municipal señaló de mentirosos hay aplaudirlos porque si no la cosa parece que podría haber sido peor.
Han acertado todas las declaraciones con las que nos han intentado mantener despiertos. Neiva pidió muchísimo dinero y queda con en el peor endeudamiento de la historia sin que se vean los resultados. Y lo grave de esto es deber sin hechos concretos. Y en el peor momento para hacerlo, con las más altas tasas de interés que deberemos pagar todos de nuestro bolsillo.
La vida en Neiva cada vez vale menos. Hay un exceso de muertes evitables como nunca antes. Por un lado, muchas obras inconclusas con miles de pretextos, una inseguridad creciendo y sin cámaras, la guerra del SOAT con ambulancias que nos ponen en riesgo diariamente por falta de control de la alcaldía. y mientras usted y yo luchamos para poder combatir la crisis e inflación, el alcalde jamás cuidó a la ciudad y se dispuso a contratar cada vez más amigos sabiendo que perjudicaba a Neiva y la ponía en riesgo de una des- categorización inminente. Ha llegado el momento de unirnos y darle la bienvenida a algo nuevo y diferente. Sin conspiracionismos y desnudar la realidad, mirarla y cambiarla.
Sabemos que la salud mental post-pandemia es todo un tema a tratar y por el que no se ha hecho prácticamente nada en estas latitudes. Por otra parte, los medios lo transmiten diariamente, portadas con noticias que si hubiera institucionalidad e –ías serias, otra sería la realidad del municipio. Leemos que siguen en aumento los sicariatos en casi todas las comunas. Es hora de generar buenas noticias para honrar a la capital del Magdalena.
Neiva está en cuidados intensivos financieramente, abandonada por quienes deberían haberla cuidado y esperanzada con que el conocimiento y ganas del ingeniero civil Germán Casagua y su gente, le aporten verdaderas acciones concretas para revivirla.
Eso sí, necesita de todos para recuperarse porque está mirando al peor de los abismos desde el borde, y si no detenemos tanto daño, puede que nos caigamos todos juntos y cueste mucho salir, es el momento de despertarnos y saber que podemos estar peor y eso ya sería irreversible. Basta de palabrerío populista engañador.
Defendamos a Neiva.
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Por: Caly Monteverdi
Twitter @Calytoxxx