El pasado 21 de octubre del año que avanza, en un formidable trabajo periodístico y de opinión que viene adelantando Fabian Hernández, preguntó a su invitado, Dr. Juan Daniel Oviedo director del DANE, sobre los temas que tanto preocupan y que generan controversia en el país y que son puestos en cifras, con las cuales se toma la temperatura y el pulso a la economía, a la situación laboral, empleo, desempleo, endeudamiento, optimismo, y todo aquello que permite evaluar de una manera seria el momento o distintos periodos de tiempo.
Para Neiva su análisis respaldado por las cifras que maneja no fue el más alentador. Neiva, la ciudad con mayor tasa de desempleo, situación que afecta mayormente a la mujer (históricamente vulnerable). Nuestros jóvenes y los menos preparados también son golpeados con la rudeza del momento, la tasa de desempleo está disparada con relación a la media nacional y con ésta con relación al último trimestre es de 20 puntos más.
En el trimestre junio – agosto, 42.000 personas salieron de la ocupación de las cuales el 34% corresponde a Neiva afectando de forma grave a quienes laboran en el comercio, talleres y en actividades relacionadas con salud, educación, así como en el empleo doméstico, entre ellos están empleados en bares, discotecas, restaurantes y empleadas domésticas, pasando de tener el año pasado 147.000 ocupados a 104.000, lo que evidencia el deterioro del comercio minorista, advierte OVIEDO.
La ciudad cuenta con una tasa de informalidad del 48.2%, lo que significa que, de los 104.000 ocupados en el trimestre arriba indicado, el 48.2% se encuentra en la informalidad, siendo nuestra ciudad además la única del país con inflación anual negativa, es decir, hay un retroceso en el nivel de precios.
Los más autorizados advierten que la pandemia dejará en la pobreza a uno de cada dos colombianos, y advierten que: El año pasado cuando la economía creció un 3,4 por ciento, unas 660.000 personas terminaron en situación de pobreza. Con la pandemia en desarrollo las cifras podrían dispararse y afectar a la mitad de la población.
En 2015 el Bid confirmó que el 55% de los colombianos se encontraba en clase media, pero ahora el DANE informa que la pobreza creció alcanzando niveles preocupantes el año pasado, y que nuestra realidad es peor de lo que nos informan con lo que retrocedimos hasta 20 años.
Pese a lo anterior, algunos medios y personajes vienen gritando por todo lado y como gran logro que el desempleo en la ciudad disminuyó un 7,6% y que los que se ocuparon alcanzaron un número de 12.664 puestos de trabajo , cuando con la reapertura debido al levantamiento de las restricciones en movilidad algunos volvieron a ocupar pequeñas plazas de trabajo, mal pagos y/o en la informalidad, y callan cuando el DANE advierte sobre su preocupación respecto al bajo nivel de ingresos de nuestras gentes y que pasó del 37 por ciento, al 26.4%.
Si difícil y preocupante es el momento presente, lo más complicado será lo que nos viene pos-pandemia. No vemos los cambios o incentivos tributarios para dinamizar ese comercio tan afectado, tampoco los planes responsables de recuperación económica que aporte y recupere todos los sectores y líneas de producción que entre otras deben estar soportados en eficientes y contundentes planes de choque gigantescos que muevan la economía y la tiren para adelante (en Bogotá el plan Marshall destinará para ello 10 Billones y exonera del pago de impuestos como el predial algunos sectores).
En otras palabras el desempleo en la ciudad cede gracias a que se levantaron las medidas que mantenían un confinamiento, con lo que algunos pudieron regresar a unos trabajos, y no por que la administración municipal diseñara un plan para contrarrestar el desempleo en la ciudad.
La pregunta es: ¿Tenemos en nuestra ciudad los liderazgos que levanten y construyan la ciudad que se recupere de la tragedia que dejará la pandemia y todas sus gravísimas consecuencias?
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Por: Igor Andrés Morales – igorandrescortesmorales@gmail.com
Twitter: @igorandrescort1