La necesidad de la paz y del cese de los conflictos armados en Colombia para continuar impulsando el desarrollo turístico en las regiones, es algo más que prioritario.
Colombia es un país con una riqueza cultural y natural incomparable, ya que cuenta con todos los elementos necesarios para convertirse en un destino turístico de primer nivel.
Sin embargo, la persistencia de los conflictos armados y los graves problemas de inseguridad generados por la delincuencia común, ha obstaculizado el desarrollo del turismo en muchas regiones del país.
La belleza oculta del territorio colombiano, es incalculable. Colombia posee una geografía diversa y exuberante, que alberga una gran variedad de ecosistemas, desde la selva amazónica hasta los picos nevados de la Sierra Nevada de Santa Marta, pasando por playas paradisíacas en el Caribe y paisajes montañosos en los Andes. Estos atractivos naturales, combinados con su rica historia, patrimonio cultural y tradiciones ancestrales, constituyen un potencial turístico único en el mundo.
Lamentablemente, las décadas de violencia y conflicto armado, que tristemente lejos de estar menguándose, se han recrudecido, han dejado una huella imborrable en el país. Las regiones afectadas por el conflicto han sido estigmatizadas y percibidas como peligrosas por los turistas potenciales, lo que ha limitado su capacidad para atraer visitantes y desarrollar esta atractiva industria.
Además, la presencia de grupos armados y la inseguridad generada por ellos han obstaculizado la inversión y el desarrollo de infraestructuras necesarias para el turismo.
En este escenario aparece “La Paz” como uno de los principales motores para el desarrollo turístico regional. La consecución de la paz y el cese de los conflictos armados son fundamentales para cambiar esta situación. El fin de la violencia no solo generará un ambiente más seguro para los turistas, sino que también abrirá nuevas oportunidades para el desarrollo económico y social en las regiones afectadas.
El turismo puede convertirse en un catalizador para la reconstrucción de las comunidades y la creación de empleo, ya que promueve la inversión, fomenta la diversificación económica y crea demanda de bienes y servicios locales.
Ya son muchas las experiencias exitosas de desarrollo turístico postconflicto, y existen ejemplos de países que han logrado transformar sus conflictos armados en oportunidades para el desarrollo turístico.
Por ejemplo, en países como España y Croacia, la superación de sus respectivos conflictos internos les ha permitido posicionarse como destinos turísticos de renombre mundial. Estos casos demuestran que el turismo puede ser un motor de reconciliación, transformación y crecimiento económico, siempre y cuando se establezcan las condiciones adecuadas.
Pero lograr esto es responsabilidad de todos los actores. El fomento del turismo en las regiones afectadas por los conflictos armados no es solo responsabilidad del gobierno, sino de todos los actores involucrados: comunidades locales, empresarios, organizaciones civiles y visitantes.
Es necesario promover la sensibilización y la educación sobre los beneficios del turismo sostenible y responsable, que respete la cultura y el medio ambiente, y que genere beneficios económicos equitativos para las comunidades locales.
Por ende, es fundamental entender que La paz y el cese de los conflictos armados en Colombia son condiciones esenciales para el desarrollo turístico en el país. La transformación de las regiones afectadas por la violencia en destinos seguros y atractivos no solo generará beneficios económicos, sino que también contribuirá a la construcción de una sociedad más inclusiva, equitativa y en paz.
Es hora de trabajar juntos, como sociedad, para lograr la paz y aprovechar el potencial turístico de Colombia, en beneficio de todas las regiones y sus habitantes.
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Por: Hugo Andrés Rivera Collazos
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