Sostenibilidad y economía circular: compromiso con el medio ambiente

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La contaminación y el cambio climático son algunas de las problemáticas que más preocupan a la humanidad. Cada vez son más necesarios modelos económicos sostenibles, el correcto aprovechamiento de los recursos para mitigar el impacto negativo en el planeta

 La economía circular es una de las alternativas más reconocidas actualmente, orientadas al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS, los cuales abarcan diferentes temáticas y su principal estrategia es la sostenibilidad del medio ambiente.

En términos generales, la economía circular es un nuevo modelo que propone pasar de la economía lineal (modelo actual), donde se extraen recursos, producen bienes para el consumo y al final de su vida útil se desechan, a un modelo donde los materiales y productos sean diseñados de tal forma que puedan volver a entrar a la biósfera, a través de ciclos biológicos; o puedan circular nuevamente dentro de la economía, a través de ciclos técnicos en los que estos se recuperan o restauran.

Colombia es el primer país en Latinoamérica en presentar la Estrategia Nacional de Economía Circular, la cual busca construir un modelo de crecimiento de los ingresos, utilizando menos recursos y generando valor agregado.

En el sur del Huila se busca fomentar e implementar la estrategia de economía circular y sus ámbitos de intervención en el marco del crecimiento verde y con énfasis en la gestión sostenible de los plásticos y otros residuos sólidos, bajo el “proyecto piloto para la producción de compostaje a partir del aprovechamiento de los residuos orgánicos”.

Una pregunta urgente que como sociedad en su conjunto debemos hacernos es ¿cómo lograr que el plástico no se convierta en un desecho, sino que pueda ser reciclado con un impacto ambiental mínimo?, Considerar esto es importante incluso en la coyuntura actual, en la que el plástico ofrece soluciones que cuidan la salud y evitan el contagio; por ejemplo, empaques que protegen los alimentos, respiradores y artículos de protección como máscaras.

Todas las acciones obedecen a un compromiso total con los tres pilares de la sostenibilidad: lo ambiental, lo social y lo económico, las industrias y las empresas en general, se deben trazar objetivos entre los que se encuentran reducir la huella de carbono, masificar los productos sostenibles, encontrar aplicaciones concretas para los productos que proceden de fuentes renovables (biobasados) y biodegradables y hacer pedagogía con los consumidores para que incorporen el hábito de la separación en la fuente y prefieran envases y aplicaciones amigables con el ambiente.

Para que haya prácticas ambientalmente responsables es necesario que se legisle para facilitar estas iniciativas. Todos debemos trabajar en la misma dirección. Prohibir un material sin saber el impacto que se puede generar no es la solución. Hay que pensar esto de una manera técnica y objetiva, promoviendo la economía circular, contribuyendo a mejorar la huella de carbono, el uso de recursos energéticos y el consumo de agua.

Por: María Fernanda Plazas Bravo
Twitter: @mafeplazasbravo

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