Para hablar de problemas, hay q entender su origen, las tensiones que afronta una comunidad o sociedad en general. De hecho el inicio de la humanidad dio partida al desarrollo de problemas, sus rasgos atañen a bastos sectores que por supuesto alteran condiciones de vida.
Las causas obedecen a su naturaleza, cuando ésta es económica por ejemplo; el problema puede ser desigualdad, hambre, pobreza o inseguridad y estos desprenden otros problemas como violencia, y feminicidio, realidad muy propia de nuestra localidad.
Cuando el régimen político presenta fisuras, los problemas son de corte sociopolíticos y ahí la madre de ellos es la corrupción y de ella desprenden líos sociales en materia de salud, educación, vivienda y cuantos otros más que son noticias diarias.
Pero hay que comprender que muchos problemas presentan los problemas, el primero de ellos; es que son de difícil solución y no es fácil hallar un orden de prioridades a resolver. El otro es la complejidad y profunda reflexión para creer que no todo problema social es un problema público y esto por lógica lo hace ajeno a la mirada estatal.
En torno a ello podríamos dar una profunda discusión, debate que centraría la inversión pública en problemas no públicos y hallaríamos por montones inversiones estatales para usufructo de privados (Estadio de futbol) debate que debemos poner en la palestra del control social y político.
Y si la discusión es sobre problemas sociales, públicos pero huérfanos en la visión de tomadores de decisiones en gobierno, argumentaría entonces que ahí se centra la crisis social del bienestar animal, de proliferación de animales de calle, del abandono de estos y el deterioro de la salud pública a causa de ello.
La OMS, estima que el 70% de los perros contabilizados en el mundo no tienen hogar. En Colombia Min Salud proyecta por cada persona (8) perros y (16) gatos y aún no sabemos cuantos de estos rondan las esquinas de barrios.
El problema es la falta de atención, que además deriva de lo desconocido y amplio del mismo, del abordaje de la especulación en la materia y hacer la vista gorda en la derivación sustancial de las causas como lo es el detrimento de la salud pública como secuela o efecto del abandono.
En el Huila estamos en pañales, no tenemos caracterización de esta población de calle y actuamos tímidamente con una venda en los ojos. En Neiva se cree que 50 mil animales están en abandono, mientras enfermedades letales zoonóticas como la rabia y la Leishmaniasis visceral avanzan en zonas donde la pobreza, el hambre y la desigualdad son el pan diario de otros problemas sociales.
En buena hora desde la Asamblea del Huila, junto a mi colega Tatiana Méndez y el interés del gobierno departamental, iniciamos el abordaje a eventuales soluciones; Crear el programa de esterilización animal y dar las pautas para planificar el primer censo de animales de calle, creo es el inicio a la solución del problema.
Pero lo más importante de la ordenanza es hacer de esta crisis social, un problema de interés público con responsables para afrontar la solución sin depender de la orfandad.
Pdta.: Resalto en la materia los avances en inversiones públicas en Barranquilla y Cali, donde se invierten más de 20 mil millones de pesos en infraestructura para bienestar animal, ojala nos alcance el animo para tomar decisiones de este calibre.
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Por: Alexander Vargas Bedoya
Twitter: @Alexvargas_b