Como fue costumbre del maestro Carlos Gaviria a lo largo de su vida, acuñaba agudas frases con las que juzgaba con certeza los temas que abordaba por razones del ejercicio de la profesión o de su intervención en la vida pública.
Por estos días previos a la jornada electoral en las redes sociales aparece una que nos advierte sobre el riesgo de votar por aspirantes que gastan enormes fortunas en publicidad y compra de votos, se refiere a ellos no como candidatos sino como inversionistas que nada positivo podrán ofrecerle a los ciudadanos porque su única alternativa es multiplicar la inversión mediante el saqueo indebido de los recursos públicos.
Lamentablemente la participación de estos inversionistas invisibiliza a candidatos que se presentan con el genuino interés de procurar a los electores la opción de un ejercicio político con vocación de servicio comunitario, sus vidas son ejemplo de compromiso con causas sociales y han participado en los reclamos de las comunidades cuando sus derechos son vulnerados, no derrochan para no comprometer sus patrimonios o su independencia y verse al final en la necesidad de adelantar prácticas corruptas para recuperar los dineros o pagar favores.
Alejandra Cabrera, es uno de estos candidatos minimizados por la parafernalia de los aspirantes del establecimiento, a pesar de su corta edad presenta hechos concretos que dejan en evidencia su responsabilidad: cuando el movimiento estudiantil colombiano debió enfrentar la decisión del gobierno de propiciar una reforma que al temor de los tratados de libre comercio facilitara su privatización en beneficio de instituciones educativas extranjeras, apéndices de inversiones de multinacionales, Aleja, como cordialmente la llaman sus compañeros de estudio en la Universidad Surcolombiana, en donde se graduará como enfermera, se puso al frente con otro grupo de jóvenes en la construcción de la MANE, organización que mediante la movilización obligó al retiro de la propuesta gubernamental
Posteriormente, cuando se inició el sacudón de los profesionales de la salud para oponerse a otra reforma de la Ley 100 en Salud que fortalecía a las EPS en detrimento de la prestación del servicio, acompañó a las batas blancas en primera fila aplazando la pretensión del Ministerio de Salud; como miembro del Consejo Estudiantil de la USCO actualmente ha venido confrontando la intención de modificar el modelo de cobro de matrícula que terminará por elevar el costo a los estudiantes y ahora aspira a llegar al Concejo de Neiva para adelantar un control político responsable, por estas razones marcaré Polo 5 el próximo 25 de Octubre.
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Por: Libardo Gómez Sánchez – libardogomez@gmail.com