El séptimo Secretario General de la ONU, Kofi Annan, formuló muchas frases valiosas sobre el tema central de esta columna, de la cuales deseo resaltar dos: “La Educación no solo enriquece la cultura. Es la primera condición para la libertad, la democracia y el desarrollo sostenible”, y “El conocimiento es poder. La información es libertadora. La Educación es la premisa del progreso, en toda sociedad y en toda familia”.
Con estos dos enunciados deseo dar comienzo a este artículo acerca de la importancia de la Educación en el desarrollo sostenible de los pueblos, considerándose como la catapulta que impulsa a los mismos para lograr dar ese gran salto social que permite disminuir los niveles de pobreza y generar verdadera riqueza, conduciendo a un territorio o una nación a escenarios de estabilidad económica y social verdaderos.
Cuán profunda es esa reflexión que expresa y que presenta a la educación como la primera consideración para la libertad y la democracia. Esto nos permite entender que es precisamente ésta, la que abre las puertas para cualquier otro planteamiento sobre el progreso de la gente en cualquier lugar del mundo.
Rodrigo Lara plantea en su discurso algo que tiene muy claro y es invertir en la generación de una educación de calidad, con colegios bien dotados, en condiciones que el maestro y el alumno puedan desarrollar todas sus capacidades de enseñar, aprender, descubrir e innovar.
Según Wanda Rodríguez Arocho del INIE, en la actualidad se hallan diversos enfoques sobre el concepto de calidad educativa. “El primero de ellos se refiere a la eficacia. Un programa educativo será considerado de calidad si logra sus metas y objetivos previstos.
Un segundo punto de vista se refiere a considerar la calidad en términos de relevancia. En este sentido los programas educativos de calidad serán aquellos que incluyan contenidos valiosos y útiles: que respondan a los requerimientos necesarios para formar integralmente al alumno, para preparar excelentes profesionales, acordes con las necesidades sociales, o bien que provean de herramientas valiosas para el trabajo o la integración del individuo a la sociedad.
Una tercera perspectiva del concepto de calidad se refiere a los recursos y a los procesos. Un programa de calidad será aquel que cuente con los recursos necesarios y además que los emplee eficientemente. Así, una buena planta física, laboratorios, programas de capacitación docente, un buen sistema académico o administrativo, apropiadas técnicas de enseñanza y suficiente equipo, serán necesarios para el logro de la calidad”.
Lara Sánchez está trabajando para hacer realidad sus sueños de ver a una ciudad con mejores condiciones de vida para todos sus habitantes.
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Hugo Fernando Cabrera Ochoa