¿Quiénes son los dueños de este país? Ellos o nosotros

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Miguel Rodriguez HortuaColombia es un país privilegiado, por grandes potencialidades que a veces ignoramos y sí las conocemos no nos preocupamos por valorarlas, defenderlas y aprovecharlas. Personas de diferentes países del mundo que nos visitan y otros cientos de miles que conocen en teoría nuestras grandes fortalezas, sienten anhelo infinito de tener un país como el nuestro.

No se puede aceptar razones frente a esa ambición de poder tan extremada de unos sectores políticos, que sin respetar mínimos principios de equidad y humanismo, pretendan que este pueblo deba estar por siempre secuestrado espiritualmente, por unas minorías arcaicas, que lo único que han sembrado en nuestro pueblo es: pobreza, odio y violencia.

La mayoría de la dirigencia política de este país, está al servicio de la usura del sector financiero, de las transnacionales y monopolios que asfixian a nuestros industriales, al comercio, al sector transporte y al propio gremio agropecuario. Para bien de la humanidad, hoy son una minoría que está en su lóbrego ocaso político, en diferentes lugares de Colombia.

Se está gestando a través de los medios de comunicación, una verdadera guerra política por el sí y por el no a la paz, orquestada desde los cuarteles generales del santismo y uribismo.

Santos y Uribe vienen de la misma casta capitalista y de las mismas ideas neoliberales. Los dos tienen la misma responsabilidad frente al surgimiento de las grandes protestas sociales en todo el país.

Los dos cuando se han presentado los paros del sector campesino, salud, gremio judicial, transporte, educadores, de otros sectores sociales como vendedores ambulantes hasta trabajadoras sexuales, su primer paso ha sido la estigmatización, el segundo la represión con el Esmad y la fuerza pública y, cuando el país ha sufrido grandes pérdidas económicas y vidas humanas, se han sentado a negociar, como acaba de ocurrir con el reciente paro camionero.

¿Entonces porque razón los que hacemos parte de esas grandes mayorías nacionales, tenemos que alimentar su guerra? Que no es otra que el desespero personal por engrandecer su propio ego, sus odios, o su propia ambición de poder político y económico.

¿Será que estos dos señores heredaron a nuestra Colombia de parte de alguna casta burgués o feudal? ¿Será que el pueblo colombiano transita hacia el hipnotismo colectivo y terminará renunciando a los grandes cambios? ¿Será que sí podemos libremente pensar y actuar? Feliz día.

Por: Miguel Rodríguez Hortúa – miguel.rh12@hotmail.com

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