Es la pregunta que hoy se formulan muchos neivanos, quienes en los últimos veinte años escuchaban con insistencia y reverencia este nombre, no sólo por cuenta de la funesta Concesión del servicio de alumbrado público de Neiva, el cual operaron durante este tiempo, sino también porque su gerente ocupaba con mucha frecuencia las páginas sociales de los principales periódicos regionales y era tema obligado para la iluminación de escenarios públicos con ocasión de las fiestas del San Pedro, como el que se avecina, incluso patrocinando gran cantidad de candidatas de los barrios populares de la ciudad, en la cual se especializó y le costó su tempranero éxodo.
Ya se sabe que el 31 de Diciembre de 2017 expiró el término de duración del Contrato de Concesión No. 001 de 1997, en virtud del cual la administración, operación y mantenimiento del sistema de alumbrado público de la ciudad pasó a manos de la Administración Municipal, que optó por entregárselo, vía convenio interadministrativo a Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva, entre tanto decide cuál es el mejor modelo de operación de este espinoso tema, toda vez que el proceso de contratación para adjudicar la consultoría fue declarado inicialmente desierto y primero se venció el plazo del contrato con Diselecsa.
Este proceso de administración, operación y mantenimiento AOM del sistema de alumbrado público que temporalmente realiza EPN, concluirá una vez la Administración se decide por un nuevo modelo, el cual deberá escoger entre: la administración directa, la constitución de una sociedad de economía mixta, la contratación de una empresa de servicios públicos o la celebración de un contrato de concesión, que dada la reciente experiencia vivida, sería un sendero lleno de arenas movedizas y oscuros fangos, a cuyo efecto debe solicitar autorización al Concejo Municipal.
Por ahora se ha anunciado la contratación del levantamiento del inventario georreferenciado con una empresa de ingeniera de Bucaramanga, insumo vital para conocer los activos del sistema, su ubicación, infraestructura y valor comercial, que serán fundamentales para la escogencia del nuevo modelo de operación del sistema de alumbrado, el cual será modernizado a tecnología LED, según los mismos anuncios.
Debemos estar atentos a este proceso para que, de cara a la ciudadanía, se conozcan los resultados de la consultoría que indicará cuál es el mejor modelo a seguir, sus beneficios y contras, para evitar que nos sumerjan en otra concesión como la que acaba de expirar.
Mientras tanto la gente se pregunta: ¿Cómo va el proceso de liquidación del contrato con Diselecsa luego de cuatro meses de finalizado?, ¿en qué va la reclamación económica por el laudo arbitral fallado a favor del Municipio de Neiva por más de $11 mil millones, el cual revivió con el fallo de Acción de Tutela de la Corte Constitucional?, ¿en qué va la entrega al Municipio de la infraestructura instalada durante los veinte años de concesión en virtud de la cláusula de reversión?, ¿qué pasó con la infraestructura del sistema de alumbrado hurtada por vándalos (cable, transformadores, herrajes y luminarias), la cual según fallo del Tribunal Administrativo del Huila y la Contraloría General de la República debería restituir el concesionario al Municipio de Neiva?, ¿en qué va el proceso de liquidación del personal que laboró para la concesión durante el tiempo de operación?, ¿cómo va el proceso de entrega de los componentes del alumbrado navideño que en varias oportunidades el Municipio le contrató al concesionario?, ¿cuál es el informe financiero que entregó la Fiduciaria Banagrario sobre el manejo de los recursos del impuesto de alumbrado público?, preguntas sobre las que la ciudadanía espera respuestas concretas, para que la historia no se vuelva a repetir.
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Por: José Ferney Ducuara Castro – josefeducuara@hotmail.com