¿Por qué es tan difícil actuar a tiempo?: frenar el cambio climático

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Los países han admitido que el cambio climático constituye una amenaza cada vez mayor para el desarrollo, las iniciativas destinadas a erradicar la pobreza y el bienestar de sus ciudadanos. Los efectos del cambio climático se perciben con crudeza en todos los continentes.

El mundo se dirige constantemente hacia una catástrofe climática. Para muchos de nosotros, eso ha estado claro durante algunos años o tal vez una década o incluso algunas décadas.

El clima cambiante ya no es una amenaza abstracta que acecha en nuestro futuro lejano, está sobre nosotros. Lo sentimos. Nosotros lo vemos. En nuestras sequías más largas y profundas, en nuestros huracanes más severos e incendios forestales más destructivos. Y con eso viene una nueva urgencia y una nueva oportunidad para actuar.

El cambio climático ahora es simplemente imposible de ignorar. El incremento en la temperatura alcanzó récord, podemos ver cómo los glaciares se derriten y colapsan; las pérdidas de hielo en la Antártida se ha triplicado, por lo que los niveles del mar están aumentando más rápido hoy que en cualquier otro momento del último cuarto de siglo.

La migración humana está cambiando a medida que los fenómenos meteorológicos extremos alteran los patrones de cultivo, dañan las cosechas y obligan a los agricultores a abandonar sus tierras, convirtiéndose en refugiados climáticos.

En este punto, la misión ya no es evitar o revertir el cambio climático, sino mitigar sus peores efectos (al continuar reduciendo las emisiones y el calentamiento global) y adaptarse a otros. Nada de esto es barato ni fácil. Podemos esperar que las personas sean desplazadas por sequías, inundaciones y huracanes.

Algunas partes del mundo pueden esperar más escasez de alimentos, lo que conducirá a su vez a inestabilidad política, disturbios civiles y migración masiva. El cambio climático es como un «multiplicador de amenazas».

Combatir el aumento de la temperatura y el nivel del mar no será difícil. Nuestra democracia no anima a los políticos a adoptar posturas audaces; nuestro sistema económico no anima a las empresas a sacrificar beneficios por el bien común. Y los seres humanos, comprensiblemente, no estamos dispuestos a vivir de manera diferente ni a hacer sacrificios. Debemos dejar de perder el tiempo y seguir adelante si queremos protegernos a nosotros mismos y a nuestro planeta.

El objetivo es que todos los países, incluidos los mayores emisores de gases de efecto invernadero (tanto los países desarrollados como los países en desarrollo), se comprometan a darle oportuno cumplimiento a un acuerdo universal sobre el clima.

Todos debemos poner en marcha actividades que reduzcan el impacto del cambio climático, de una manera muy sencilla, casi sin darnos cuenta, nuestra contribución es pequeña, pero importante. Seamos actores del desarrollo sostenible y de la responsabilidad social ambiental, ¿se unen a mi causa? Sembremos árboles y reforestemos nuestro hermoso departamento del Huila, los árboles son los pulmones del planeta.

Los árboles absorben el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero como el monóxido de carbono o el dióxido de azufre. Un árbol es un ejemplo de una solución climática natural, la naturaleza es una herramienta que podemos usar para reparar nuestro clima. Estas soluciones climáticas naturales pueden hacer una gran diferencia.

Por: María Fernanda Plazas Bravo
Twitter: @mafeplazasbravo
Ingeniera en Recursos Hídricos y Gestión Ambiental
Especialista en Marketing Político – Comunicación de Gobierno
Universidad Externado de Colombia

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