Continuamos atacando las consecuencias y no las causas generadoras de los problemas. Seguimos buscando paliativos para atenuar hechos producidos a causa de la descomposición social, pero no atendemos las necesidades básicas de la población. Recordemos que para que haya fuego se necesita lo que algunos expertos identifican como el triángulo y otros como el tetraedro del fuego (Combustible, comburente, calor o energía de activación y reacción en cadena), éste no se forma de la nada.
Asimismo, es el accionar delincuencial, su crecimiento y fortalecimiento, son el resultado de la fusión de varios elementos que, al juntarse, comienzan a generar comportamientos delictivos en individuos generalmente afectados por dificultades sociales y familiares.
Traigamos a colación la famosa frase del filósofo y escritor, Rousseau que dice, “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”; expresión que se refiere a que el ser humano llega al mundo sin una estructura moral de comportamiento y éste la forja a través de su existencia e interacción social, de tal suerte que va perdiendo su inocencia o pureza a través del tiempo.
En la metodología del marco lógico, herramienta muy conocida y aplicada entre quienes nos gobiernan, formulan proyectos y plantean estrategias, se utiliza un método básico para identificar los problemas que se deben abordar en un momento específico, tras una coyuntura determinada.
Esta técnica está compuesta por varias etapas. La primera de ellas se basa en el estudio de la situación inicial y dentro de esta fase, se examinan tres elementos claves como son: análisis de actores involucrados, análisis de problemas y análisis de objetivos.
El análisis de involucrados consiste fundamentalmente en identificar a las personas que hacen parte del problema, como generadores o como solucionadores del mismo, todos son importantes y lo que se debe buscar, es la manera de motivarlos para encontrar los puntos en común necesarios para poder resolver una situación cualquiera que esta sea.
El análisis de problemas, comúnmente denominado análisis de causas y efectos, se plantea utilizando instrumentos metodológicos prácticos como el denominado árbol de problemas. Mediante esta herramienta, lo que se pretende es identificar el problema general o central, con el propósito de determinar las posibles causas generadores del mismo y los efectos que puedan producir.
Muchísimas veces las causas generadores del problema o los efectos, son confundidos con el problema central y al no tener claridad sobre los mismos, se atacan causas o problemas errados, con lo cual no se consiguen los objetivos esperados.
Traigamos a nuestra memoria la expresión de Albert Einstein que dice: “Un problema bien definido, es un problema medio resuelto”. Este prodigioso científico decía a sus alumnos que, si él tuviera la responsabilidad de resolver el problema del mundo en una hora, tomaría cincuenta y cinco minutos para analizarlo y llegar a un diagnóstico exacto y los otros cinco minutos los gastaría en formular la solución.
Bien por la arrebatada estrategia de seguridad, pienso que ese plan de choque para enfrentar la criminalidad es muestra de que la máxima autoridad del municipio escucha el clamor de la ciudadanía, pero eso no soluciona el problema de fondo, me gustaría conocer la estrategia social que tiene formulada para atacar las causas generadoras de tan grave situación para poder recobrar la seguridad en el municipio.
Adenda: Exalto la valiosa labor de las autoridades en estos días de escozor y temor generalizados en Neiva.
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Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
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