“Doctor por favor paténteme la marca”, expresión que aún escucho frecuentemente de mis clientes y que demuestra un completo desconocimiento de los asuntos de Propiedad Intelectual, pues todavía hoy en día nuestros empresarios confunden lo que es una marca y una patente.
Lo curioso es que las personas cuando buscan una patente quieren protegerse, que sus competidores no le copien, pero el origen de la palabra patente es “abrir” “estar descubierto” en una patente el inventor manifiesta todos y cada uno de los detalles de la invención y la pone en el conocimiento público a cambio de que el Estado le garantice que durante 20 años será el único que podrá explotarla.
Una característica muy particular de las patentes es que las mismas solo tienen protección en el país donde se registren, el año pasado en el mundo se solicitaron alrededor de tres millones de patentes, mientras que en Colombia solamente se presentaron 2200, es decir, que más del 99 % de las patentes del mundo no se registran en Colombia y están disponibles para su uso completamente legal por parte de cualquier interesado, esto significa, ni más ni menos, que casi toda la invención mundial es de libre utilización en Colombia.
Estados Unidos, los Tigres Asiáticos, actualmente China, han logrado gran parte de su desarrollo con base en las patentes mediante la sencilla fórmula de “copiar legalmente”, utilizando e implementando las tecnologías obtenidas de la información de patentes y que son de libre utilización, así lo hizo USA con Inglaterra, los Tigres con Japón, Europa y USA y hoy día China, con todo el mundo.
En Colombia el panorama ha sido bien diferente, hasta hace muy poco, la valiosa información contenida en las patentes no se aprovecha, y aún hoy, los empresarios, nuestros ingenieros o químicos desconocen que es un banco de patentes y nunca siquiera reciben en su vida universitaria una clase de propiedad intelectual.
Lamentablemente, el desconocimiento generalizado frente a este aspecto es grandísimo, no se sabe por ejemplo, que cuando alguien comienza a investigar lo primero que debería revisar es un banco de patentes, muchas veces aquí nos descerebramos haciendo “invenciones” que creemos son lo último que hay en el mercado y resulta que estamos descubriendo el agua tibia, todo ese conocimiento lo pudiéramos estar aprovechando de una manera impresionante en la industria y es por eso que la invitación para todos los empresarios y para toda la comunidad científica y estudiantil es a meterse de lleno en el mundo de las patentes, pues es ahí donde principalmente podemos encontrar la información para resolver los mil y un problemas que tiene nuestra humanidad.
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Por: Diego Muñoz Marroquín