Desde tiempos bíblicos las épocas de crisis han sacado a la luz a nuestros verdaderos líderes, esos que han inspirado y cambiado la humanidad.
Imaginemos a Moisés durante 40 años guiando y llevando a su pueblo a la tierra prometida. Para los que creen que la Biblia es ciencia ficción entonces rememoren a Winston Churchill, un borrachín lleno de fracasos —hasta bipolar, según las malas lenguas— que ayudó a construir la alianza que salvó a la humanidad de la debacle del nazismo.
Recordemos a Rodrigo Lara Bonilla, el último gran líder político huilense, que le mostró a Colombia la tragedia del narcotráfico hasta el punto de llevarlo a él y a personajes cómo Luis Carlos Galán o Enrique Low Murtra a la muerte.
Algunos dicen que estamos frente a la peor crisis de los tiempos modernos y señalan que lo que acontece es más grave que la Gran Depresión de los años veinte.
Soy optimista y me queda difícil aceptar que así es, pero si aciertan aquellos pesimistas, que a veces hasta disfrutan cuando todo sale mal, mejor para esos verdaderos líderes, que seguro se cuentan por millones en el mundo, miles en la región y cientos en nuestro país.
Entre más grande la crisis mayores las oportunidades y quien las aproveche se convertirá en millonario, podrá cambiar para bien las cosas de la sociedad y hasta logré un digno registro en los anales de la historia.
Este es un país maravilloso, rico de verdad. Lastimosamente pareciera que nuestra pobreza fuera de verdaderos líderes (porque falsos profetas sí hay muchos) que se den cuenta de eso y que nos lleven a otro nivel.
Los líderes que hemos tenido, casi que desde la Independencia, han sido en su mayoría vende patrias que han cedido nuestras riquezas a cambio de sus intereses personales y unas cuantas monedas, porque ni siquiera verdaderos ricos tenemos en este país. Dice por ahí nuestro Trump colombiano que a los que de eso presumen, los taxis no les paran en Nueva York.
Creo que esos verdaderos líderes están ahí y en Colombia los tenemos por miles. El gran problema es que muchos ni siquiera saben que lo son y a todos les han faltado oportunidades.
¡Es el momento de aprovechar la que ha llegado y es de oro! Desde el señor de la tienda de pueblo que es capaz de reinventarse y montar una página web y servicios de domicilio, pasando por los que proponen un Gran Pacto Nacional para unirnos como país hasta el presidente Duque —que ojalá ponga en cintura a los inmorales banqueros—, podrían llegar a convertirse en esos verdaderos líderes que necesita nuestro maravilloso país.
—
Por: Diego Muñoz Marroquín – diegom@munozab.com
Twitter: @diegomunozhuila


