Es necesaria la implementación del Acuerdo de Paz del 2016 para reducir los índices de violencia en los territorios.
El presidente Gustavo Petro Urrego declaró que el objetivo del Gobierno del Cambio es reducir las cifras de masacres y seguir buscando los caminos que les permitan a los colombianos vivir en una nación en paz total.
En un mensaje en su cuenta X, el jefe de Estado explicó que “hacer trizas la Paz costó este crecimiento exponencial del número de masacres en el gobierno de Duque. La cifra del 2023 muestra que se detuvo el crecimiento, pero no me gusta para nada. Esa curva debe disminuir sustancialmente en mi gobierno”.
Tal como lo expresó en la COP 28 en Dubai, reiteró que la necesaria implementación del Acuerdo de Paz con las FARC, firmado en el 2016, se traduce en reducción de los homicidios individuales y colectivos.
“Yo creo que retomar la senda de la paz, como estamos intentando hacer, vuelve a poner las cifras en una tendencia descendente. Son personas, no simplemente números. Por ahora las cifras del 2023 son iguales a las cifras del 2021”, expresó el presidente el 5 de diciembre en la capital de Arabia Saudita.
“El Acuerdo de Paz con las FARC en el gobierno de (Juan Manuel) Santos bajó al mínimo las masacres —el número de muertos—, pero subió, lamentablemente, con la desactivación de ese Acuerdo en el anterior gobierno. En este momento nos mantenemos en el mismo estado en que lo dejó el gobierno de (Iván) Duque”, sostuvo.
Recalcó que “el número de víctimas del año pasado es inferior a lo que sucedía en Colombia a principios del siglo XXI, anterior al Acuerdo de Paz con las FARC”.
Por eso, el jefe de Estado consideró: “Nuestro objetivo es bajarlo de nuevo y por eso hablamos de nuevo de paz. El hacer trizas, la paz trae estas consecuencias”.
Acuerdo redujo masacres
Leonardo González, abogado con énfasis en derechos humanos, investigador en temas sobre paz, y director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), confirmó que el Acuerdo de Paz del 2016 influyó en la reducción de las cifras de masacres en el país.
“El presidente Iván Duque recibió en el 2018 un país con 17 masacres al año, y el presidente Petro recibe en el 2022 un país con 94 masacres año. Entonces, las realidades son distintas. El país era absolutamente diferente en el periodo que Iván Duque inicia, pues se acaba de firmar el proceso de paz y los grupos armados no tenían la magnitud de las AGC (clan del golfo). Ni siquiera existían el EMC (estado mayor conjunto) ni la “Segunda Marquetalia”, explicó.
Sostuvo que la proliferación de grupos armados ilegales tuvo su origen en “la ausencia de la implementación del Acuerdo de Paz de una manera tácita, como debió haber sido. Esto hizo que estos grupos encontraran un camino abierto para poder llegar a estas zonas donde antes no estaban”.
El investigador recalcó qué si el Acuerdo de Paz se hubiera implementado realmente, “en muchas zonas no habría ningún grupo armado ilegal y, por el contrario, habría un mayor desarrollo en el campo y no las economías ilegales que están en los territorios en estos momentos”.
También atribuyó el aumento de la violencia en los territorios a que la Fuerza Pública no ocupó de manera inmediata los espacios que dejaron las FARC luego de la desmovilización.
Señaló el investigador que, “otros grupos armados, como las “autodefensas gaitanistas”, aprovecharon ese vacío de poder en el territorio y lo fueron llenando”.
Durante el 2023, con corte al 4 de diciembre, se han registrado 90 masacres, dos menos que en el mismo periodo del 2022, indicó.
“En los últimos años el número de masacres se ha mantenido. Es decir, en el 2020 fueron 91; en el 2021 fueron 95; en el 2022, 94, y ahorita vamos en 90. Esto no es un fenómeno nuevo, esto es algo que simplemente no se ha detenido”, concluyó.
Según un análisis del Observatorio de DDHH y Defensa del Ministerio de Defensa,
Durante lo ocurrido del 2023 las masacres han dejado 313 víctimas, 10 personas menos que en el 2022 cuando se registraron 323.
Esta fuente indica que los móviles, mayoritariamente, se origina en ajustes de cuentas entre miembros de los grupos armados ilegales.
“No se trata de población civil, sino que, en muchos casos, puede tratarse de GDCO (Grupos de Delincuencia común Organizados), GDO (Grupos Delincuenciales Organizados) o GAO Grupos Armados Organizados”, cita el informe.
La paz como política de Estado
El sociólogo Yezid Arteta, delegado del Gobierno Nacional en los Diálogos de Paz con el EMC FARC, coincide con el presidente Petro sobre la necesidad de avanzar en la implementación del Acuerdo de Paz.
“Para mí hay unos aspectos fundamentales. El primero tiene que ver con la aplicación en lo que más se pueda de los acuerdos del 2016 con las FARC, es decir, tratar de implementar en un alto porcentaje en lo que se pueda durante este gobierno de ese acuerdo, porque eso permite aliviar muchas de las tensiones, especialmente con el tema de los cultivos y lo que tiene que ver con la tierra”, dijo.
El negociador sostuvo que un segundo aspecto es el Acuerdo Nacional propuesto por el mandatario.
“El presidente ya ha hecho las primeras movidas, es decir, un Acuerdo Nacional de todos los partidos, los gremios, las asociaciones, la sociedad civil, en el sentido de que la paz se sustraiga de la coyuntura política, del manoseo cotidiano”, precisó.
Arteta propone, como tercer aspecto, que los temas de paz sean establecidos como política de Estado, para que “el mandato constitucional del derecho a la paz sea realmente asumido por el Estado colombiano y no por los gobiernos”.
(Fin/mha/gop)