No hay igualdad

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Los cientos de compatriotas que profesamos la fe cristiana evangélica estamos complacidos del significativo avance logrado en el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno de Juan Manuel Santos, que en su Artículo 244 incluyó el compromiso de buscar la igualdad de Cultos en Colombia y después de la Constitución del 91 por primera vez se reconoce la extraordinaria labor social de la Iglesia Evangélica en el país.

Quiero compartir el texto exacto del artículo en mención introducido en la Ley 1753 y sancionado por el Presidente el pasado 09 de junio de este año: “Libertad religiosa, de cultos y conciencia. El Ministerio del Interior, en coordinación con las entidades emprenderá acciones que promuevan el reconocimiento de las formas asociativas de la sociedad civil basadas en los principios de libertad religiosa, de cultos y conciencia.  El Gobierno Nacional formulará y actualizará la política pública en la materia con la participación de las entidades religiosas, garantizando la libertad e igualdad religiosa en términos de equidad y reconociendo su aporte al bien común en lo local, regional y nacional”.

Consideramos que es de resaltar lo alcanzado hasta ahora. Sin embargo, es apenas el comienzo de un largo camino con miras a la equidad, puesto que existen cuatro categorías de Iglesias Evangélicas: un grupo privilegiado que firmó con el Estado el Convenio de Derecho Público Interno Número 1 de 1997 o Concordato Evangélico. Las Iglesias con Personería Jurídica Especial, las que están amparadas bajo Personerías Jurídicas Extendidas y las que andan en el proceso de consecución del reconocimiento legal. Y éstas, frente a la Iglesia Católica, aún están lejos de alcanzar la igualdad.

De la manera más respetuosa quisiera llamar la atención de las directivas de las Iglesias para que enseñen a sus feligreses, el empoderamiento que debemos tener en lo político. Zanjar diferencias y pensar de nuevo en crear y constituir un movimiento que nos aglutine. Las circunstancias que nuestra patria está viviendo, lo reclaman.

Por ahora, nos queda participar en las próximas elecciones regionales del 25 de octubre, elegir ediles, concejales y diputados nuestros. Y, a los candidatos a Alcaldías y Gobernaciones, exigirles la introducción del texto del artículo 244 de la Ley del Plan.

Por: Alejandro Castro Guerrero

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