Más allá de la Consulta Anticorrupción

719 views
9 mins read

Entre disputas por egos políticos y conveniencias, por parte de diferentes actores de la vida colombiana, se aproxima un proceso inédito mediante el cual se le preguntará a Colombia qué opina con respuesta SÍ o NO al respecto de erradicar un cáncer que ha hecho metástasis en todos los organismos públicos y privados.

Es increíble que se tenga que realizar una consulta para hacer cumplir aspectos tan básicos para una sociedad, que dice respetar la democracia y que hasta donde se tiene entendido, es un estado social de derecho; pero esa es Colombia, donde los pulsos políticos están por encima de la noble tarea de luchar por el bienestar de un pueblo, donde izquierda y derecha se disputan la confianza de una sociedad, que ya no cree en nada porque ambos sectores le han mentido.

No obstante, considero que es una obligación de los colombianos salir a expresar nuestro respaldo a la lucha contra la corrupción sin importar qué partido o vertiente política sea quien abandera la consulta, SIETE VECES SÍ para poner de manifiesto nuestro apoyo a la iniciativa y nuestro derecho a que se cumpla aquello que avalamos y que exigiremos, que el Congreso refrende con celeridad cuando llegue a ellos la responsabilidad de ratificar una decisión que afectará sus bolsillos; se siente un fresco a esta altura de saber que por primera vez tendrán que legislar en detrimento de sus arcas.

Y cómo no votar siete veces si ante puntos tan claros:

Primer Si: La reducción de los salarios de los congresistas es más que justo, es lamentable que la brecha en remuneración entre congresistas y un asalariado promedio de Colombia sea tan alta y a la luz de la verdad su trabajo tan poco; aunque el Presidente del Congreso salga a defender sus gastos, debemos decirle ‘a otro perro con ese hueso’. 25 salarios mínimos siguen siendo un costo altísimo, pero reducir de 40 a 25 salarios mínimos, significa un avance que esperemos no sea la razón para que salgan con maniobras turbias a completar su anterior remuneración.

Segundo Si: Cárcel a corruptos y prohibirles volver a contratar, es algo apenas lógico y que en una sociedad decente caería por su propio peso, pero hoy más que nunca estoy seguro que votaré sí, para que ojalá en algún momento se haga justicia con aquellos que a diario se burlan de las leyes y se nutren de manera fraudulenta del erario. Pero ojalá la justicia obre como debe ser, porque se puso de moda en Colombia el vencimiento de términos, las acusaciones mediáticas que pronto quedan sin piso legal y los corruptos que salen tranquilos y erguidos como víctimas y aludiendo una inocencia a toda luz comprada o en muchas ocasiones pagando una condena en sus lujosas mansiones y haciendas.

Tercer Si: Cuando más del 90% de los procesos contractuales en Colombia se adjudican con la participación de un solo proponente y como resultado de la aplicación de un pliego sastre (hecho a la medida del contratista preestablecido) es necesario que se tomen medidas y se haga transparente el proceso. Ojalá y los pliegos se diseñen de manera proporcional a la magnitud de la obra y que no se vayan a convertir en una forma de sepultar las aspiraciones de los pequeños proponentes.

Cuarto Si: La participación ciudadana en la elaboración de presupuestos y el seguimiento a su ejecución es benéfico para la lucha contra la corrupción; no obstante, se debe definir los procesos y procedimientos de participación para evitar hacer de los presupuestos una colcha de retazos o que se conviertan en disputas entre comunidades ávidas de inversión que terminen por ser el palo en la rueda para la ejecución de grandes proyectos.

Quinto Si: Todo funcionario debe rendir informe de gestión a la comunidad a la que se debe, votaré sí por este punto, aunque considero en el caso de los congresistas un escenario mediático donde rendirán mesiánicas cuentas de sus actos y se atribuirán milagros en los que no participaron o que era una clara obligación realizar.

Sexto Si: Este punto sí que es necesario y aunque ya existe obligación de presentar una declaración de bienes al posesionarse,  es común ver a un saliente funcionario con bienes exageradamente valiosos en comparación con el devengado en el periodo de su ejercicio. Y que los comparativos sean el punto de partida para investigar y castigar a los ladrones de cuello blanco que multiplican su patrimonio, y a riesgo de parecer pesimista, debo decir que esto incrementará el uso de testaferros, a quienes habrá que hacerles seguimiento.

Séptimo Si: La rotación de personas en las corporaciones es algo útil para nuestros días, por eso la votaré con un sí a este punto, aunque a la par con este punto me gustaría que los requisitos para aspirar fueran más exigentes para evitar esos aprendices que tanto le cuestan al Estado o que simplemente pasan sin pena ni gloria por escenarios tan importantes.

Finalmente, quiero proponer una reflexión más allá de lo importante de la consulta y la expresión popular contra la corrupción, debe existir el compromiso de todos y cada uno de nosotros en actos cotidianos que contribuirán a una mejor convivencia y combatirán la corrupción de manera contundente.

Comprometámonos a respetar la fila de los bancos, a recoger la basura que tiramos a la calle, a no mentir en la declaración de renta, a devolver las vueltas mal entregadas por los tenderos, a no participar en proceso amañados, a no subirnos por la parte de atrás de las busetas, a no enseñarles trampas a nuestros hijos, a asumir nuestras culpas y no culpar a los demás de nuestros errores, a no vender nuestro voto, a no comprar señal de televisión pirata, a no servir de falso testigo, a no pitar como locos en un semáforo en amarillo, a no mentir en nuestra experiencia en las hojas de vida y a no comprar repuestos robados ni mercancía de contrabando, entre otros miles de ejemplo, que sin lugar a dudas, nos harán mejores personas y colombianos de bien, en una sociedad actual que carece de principios y valores.

Por: Carlos Andrés Facundo Ortega – andresfacundo@hotmail.com

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Ir al contenido