La corrupción política que ya no asombra a nadie en Colombia, es la gran amenaza para los candidatos a los Consejos de Juventud que se van a elegir en el mes octubre en todos los municipios del país.
Se advierte que la mayoría de listas de aspirantes a estos organismos populares serán avaladas por los partidos tradicionales y por los movimientos políticos, responsables no solo de la corrupción sino de la crisis de valores que sacude a la sociedad.
Si yo fuera joven entre los 14 y los 28 años y decidiera postularme como integrante del Consejo de Juventud de mi municipio, no permitiría por nada del mundo que el partido liberal, el conservador o cualquiera otro de los movimientos políticos que funcionan en el país avalara mi lista.
Con ese desprestigio, arrogancia y deshonestidad de sus dirigentes me daría vergüenza, que le gente me preguntara cómo logré mi elección y tener que mencionar a cualquiera de estas instituciones políticas que más que vergüenza generan rabia y desconcierto tras los numerosos perjuicios que están causándole a la sociedad colombiana.
Lo más seguro es que los dirigentes liberales, conservadores y de los demás movimientos terminen manipulando y contaminando con sus mismos vicios a los jóvenes integrantes de las listas avaladas que resulten elegidos como integrantes de los Consejos de Juventud, como ha ocurrido en todos estos años. Recomendaría a los jóvenes que integren listas al margen de los partidos de la corrupción, la decepción y el engaño.
Pueden inscribirse por firmas y con aval de juntas de acción comunal para que no caigan en las garras criminales de los partidos que le hacen el juego al narcotráfico, el paramilitarismo y todos los vicios sobre los que estas organizaciones han edificado lamentablemente su plataforma ideológica.
En Neiva es evidente el fracaso de los jóvenes que han incursionado en la política y han terminado en la cárcel con la peor reputación decepcionando hasta a sus padres y familiares porque se dejaron envolver y cayeron en las mismas prácticas del clientelismo, el enriquecimiento y la deshonestidad de la mayoría de dirigentes e integrantes de estos entes del miedo y la desgracia social.
Por eso es importante que los muchachos que se están preparando por estos días para hacerse elegir como miembros de los Consejos de Juventud tengan en cuenta el alto riesgo que les implica hacerse avalar por cualquiera de los partidos o movimientos que ostentan y se disputan el poder.
¡Ojo muchachos! Allí ya no hay valores, a la honestidad le han puesto un precio en pesos y contratos muy alto, allí la dignidad quedó proscrita, la honradez la negociaron y el pudor está en venta al mejor postor.
De manera que, si usted es un joven con aspiraciones de servicio a la comunidad desde el Consejo de Juventud de su municipio, no se arriesgue haciéndose avalar de los liberales, los conservadores o de cualquier otro movimiento, pierde su tiempo y puede terminar como algunos de sus líderes que se la pasan pregonando decoro y tienen los bolsillos llenos a punta de influencias y negocios sucios en la mayoría de veces, con recursos del presupuesto de la nación. Hoy en día el solo hecho de pertenecer a un partido político en Colombia puede resultar peligroso, pero, sobre todo, deshonroso.
Se puede ser buen líder, honesto y gran servidor sin correr el riesgo de los partidos que tienen una deuda social muy costosa con el país que se crece minuto a minuto sin saber cómo pagarla, de manera entre más distante estemos de los políticos, menos dolores de cabeza.
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Por: Marco Fidel Yukumá
Twitter: @marcofyukuma