Tuve la inmensa fortuna de cursar mi pregrado de Administración de Empresas y una especialización en Gerencia de Mercadeo Estratégico en la siempre gloriosa Universidad Surcolombiana, experiencia ésta que me ha hecho sentir privilegiado, honrado y orgulloso, pues no todos los que se han presentado han pasado y no todos lo que han pasado se han recibido en esta alma mater.
En la reseña histórica que se consigna en la página web de la USCO solamente se habla de fechas y periodos que se fueron surtiendo en el proceso de consolidación de esta valiosa institución de educación superior, pero no se señalan los nombres de los personajes que lograron este crucial suceso para el desarrollo regional.
En más de una docena de veces he escuchado al admirado y apreciado doctor Guillermo Plazas Alcid contar la historia de cómo un grupo de personas líderes de la época, dentro de las cuales estaba este gran constructor de la historia de nuestra ciudad, departamento y país, lograron fundar lo que en 1968 se llamó ITUSCO, mediante la Ley 55 de este mismo año. No obstante, más adelante, mediante la Ley 13 de 1976 se transformó el ITUSCO en Universidad Surcolombiana, convirtiéndose en lo que es hoy en día, “Orgullo para los opitas”.
Por esta academia han pasado miles de ciudadanos como yo que abrieron las puertas de las oportunidades gracias al conocimiento que recibieron por parte de centenares de maestros que participaron fundamentalmente en la construcción de sus vidas, de sus sentimientos políticos y de su futuro.
Este año cuando nuestra amada Universidad Surcolombiana cumple cuarenta y cinco abriles de funcionamiento institucional, bajo la tutela actualmente de su rector, el doctor Pedro León Reyes Gaspar, bien vale la pena rendirle homenaje y cuando digo homenajearla, es resaltar a cada persona que participó en su fundación, a cada funcionario administrativo que laboró en ella y participó en su proceso de consolidación, a cada docente que vivió gratamente la experiencia de compartir su saber y a cada estudiante que gozó el inolvidable proceso de formación académica en este meritorio claustro.
El Huila es un departamento afortunado pues posee tesoros de infinito valor, los cuales conocemos todos y de los cuales nos enorgullecemos todos los que somos de esta tierra, dentro de ellos está nuestra gran Universidad Surcolombiana, a la que deseamos larga vida por el bien de la región y oportunidad para las futuras generaciones.