El condón es efectivo en un 98% y es el único método anticonceptivo que ofrece doble protección: previene embarazos e infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, las cifras en ambos temas han aumentado significativamente los últimos años. Según la jefe nacional de Salud Pública de Clínicas Colsanitas, Carolina Villalba: “el condón brinda seguridad y protección, y eso se traduce en mayor placer sexual”, por esta razón, comparte todo lo que debe saber sobre este método anticonceptivo.
¿Cómo son y de qué están hechos?
El condón es una funda delgada, generalmente hecha de látex, el material más elástico del mundo con una gran resistencia a la tracción y altamente efectivo cuando se utiliza correctamente. También existen de poliuretano, recomendados para las personas alérgicas o sensibles al látex; estos deben ser utilizados con más cuidado, porque, aunque permiten mayor sensibilidad, son menos flexibles y pueden romperse fácilmente.
¿Tradicionales o modernos?
El condón masculino tradicional es el más conocido, tiene un derecho y un revés, debe ponerse sobre el pene erecto; después de la eyaculación, tiene que retirarse antes de que el pene pierda la erección. En el mercado existen otro tipo de condones, como los que se ponen con el pene flácido, los que vienen con dos cintas laterales para facilitar y agilizar la postura, o los condones femeninos que se introducen en el canal vaginal y cuentan con una burbuja de aire que actúa como mecanismo de retención interna, para que no se salga.
Protección contra las infecciones
La doctora Villalba señala que “estos anticonceptivos protegen con alta efectividad contra la mayoría de ITS. Sin embargo, se debe tener en cuenta que hay infecciones que se pueden encontrar en la piel perineal, alrededor de los genitales, por lo que en el caso del Virus del Papiloma Humano o la sífilis, puede no ser tan efectivo”. Para ello puede ser útil otro tipo de innovación: condones (masculinos y femeninos) más grandes que permiten cubrir toda la zona púbica.
¿Y para el sexo oral?
Aunque la forma más común de contagiarse de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) es a través de la penetración vaginal o anal, es posible contraer infecciones a través del sexo oral y los condones tradicionales no garantizan esta protección en el caso de las vulvas. Se debe tener en cuenta que con cada relación sexual hay que usar un condón nuevo, así como en el momento que se cambie de penetración anal a vaginal o viceversa.
Seguridad contra embarazos no deseados
En el mercado se consiguen condones con espermicida que aumentan la seguridad a la hora evitar embarazos no deseados. La doctora Villalba señala que, si bien esta es una ayuda importante, nunca será igual a la planificación con métodos hormonales o un dispositivo intrauterino, y siempre será más efectivo usar la doble protección: condón y anticonceptivos.
¿Menos placer?
Según la especialista, no es cierto que el uso de condones afecte la sensibilidad durante la relación sexual, sino que se trata más bien de una cuestión de costumbre. “Si te enseñan desde joven cómo se usan y los usas, vas a ganar seguridad. Pero si te dicen que se pierde sensibilidad al usarlos, te va a costar acostumbrarte, creo que es un tema cultural y de educación”.
En general, cada persona debe medir el riesgo en cada relación sexual y con base en ese análisis, revisar el método que mejor le funcione. Lo más importante es contar con información suficiente para tomar las decisiones adecuadas que le permitan protegerse a sí misma y a los demás.