Tanto a lo largo de la campaña como desde su llegada al poder, el presidente estadounidense Donald Trump ha convertido los ataques violentos contra la prensa en su marca de fábrica. Pero las restricciones de acceso impuestas a ciertos medios marcan un giro que ha provocado indignación.
Varias organizaciones como The New York Times, Los Ángeles Times, CNN y Politico no fueron autorizadas a participar el viernes a la sesión informativa diaria del portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
Otras más cercanas al poder, como Breitbart o One America News, fueron en cambio recibidas sin problemas.
La sesión informativa, que permite preguntar sobre la actualidad del día, no fue organizada en la sala de prensa frente a las cámaras como suele suceder, sino en la oficina de Spicer, lo que de por sí es un hecho raro.
El diario The New York Times denunció que esta decisión fue “un insulto a los ideales democráticos” y CNN la tildó de “inaceptable”.
La decisión tomó una particular envergadura porque ocurrió unas horas después de que Trump volviera a arremeter contra los medios, calificados por enésima vez de “deshonestos” y algunos de ellos como “enemigos del pueblo”.
“Les digo simplemente que son personas deshonestas”, lanzó también hace una semana delante de decenas de periodistas durante una conferencia de prensa. “¡El público no les cree más!”, exclamó.
Las constantes arremetidas del presidente Trump contra la prensa confirman los peores pronósticos y “alientan a los muchos demagogos y populistas, de izquierda y derecha, que cumplen religiosamente el principio de que la libertad de prensa es el primer objetivo a vencer por parte de los tiranos”, apuntó Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
El senador y excandidato presidencial republicano John McCain advirtió recientemente a Trump que “los dictadores empiezan reprimiendo a la prensa”, mientras que uno de los periodistas que destaparon el escándalo del Watergate, Carl Bernstein, afirmó que el presidente recuerda a “dictadores y líderes autoritarios como Joseph Stalin y Adolf Hitler”.
“Les digo simplemente que son personas deshonestas”, lanzó también hace una semana delante de decenas de periodistas durante una conferencia de prensa. “¡El público no les cree más!”, exclamó.
No va a la cena con los periodistas
El sábado por la tarde el presidente republicano quiso dar una nueva embestida contra los medios anunciando que no participará en la cena de corresponsales de la Casa Blanca, rompiendo así una antigua tradición.
“No asistiré a la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca este año. Mis mejores deseos para todos ¡Y que disfruten de la velada!”, escribió Trump en Twitter.