La oposición está al acecho y se les está dando papaya

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Ha comenzado el gobierno Petro y las baterías de la oposición están listas y a la carga; es normal ver hoy a muchos colombianos que no votaron por Gustavo Petro, rasgándose las vestiduras por sus anuncios, debemos aclarar que están en su derecho, en democracia, la oposición permite ver a los gobiernos de sus posibles errores ya que es habitual que algunos se cieguen con el poder.

Pero, existen varios niveles de oposición, entre ellas, tenemos la oposición técnica, conformada por estudiosos que analizan una decisión del gobierno, investigan sus causas, detallan su estrategia y miden sus efectos, y si encuentran razones para criticar lo harán bajo criterios del conocimiento y la sindéresis.

También encontramos la Oposición Política, conformada por líderes políticos y algunos medios de comunicación afines, que no tiene como fin investigar o analizar un tema, sino informar según sus intereses particulares, este sector solamente necesita un anuncio que afecte a sus seguidores o copartidarios, lo cual les permite desarrollar diatribas de impacto enfocadas a generar los mayores créditos políticos.

Como último sector de la oposición, encontramos a la ”Oposición de Masas”, esta vertiente es el resultado de las manipulación de la información generada por la “Oposición Política” y sus medios de comunicación, su fuerte no es investigar o contrastar información, ya que el motor de su análisis es la pasión, y su afinidad o animadversión con el gobierno de turno; la población ubicada en este sector se esfuerza en escuchar atentamente al medio de comunicación o al líder con el cual compartan ideología, es por eso que un meme, una entrevista de 5 minutos o una análisis de un periodista afín, será suficiente para crear un concepto político, negando rotundamente cualquier tesis que vaya en contra de su criterio, en esta sección encontramos el grueso de la población colombiana, resultado de una estructura débil educacional.

Según informes del DANE 2020; para el 2018 en nuestro país el 34% de la población alcanzo la educación media, el 22.7% se graduó de básica secundaria, el 11.3% ingreso a la educación técnica o universitaria, el 8.5% se graduó de una universidad y tan solo el 3.5% posee estudios de Postgrado, generando un ambiente propicio para incentivar la “Oposición de Masas”.

El presidente Petro ha entendido esta realidad y estableció como estrategia fundamental de su gobierno y como motor del cambio a la Educación, siendo la profesionalización su principal pilar. Lastimosamente veremos el resultado de este cambio social en un periodo largo de tiempo.

En Colombia la oposición siempre ha existido, desde los fervientes debates entre Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, hasta los históricos discursos públicos de Jorge Eliecer Gaitán, quedando demostrado la pasión que conlleva la política; la cual es particularmente novedosa en Colombia, donde le mezclamos dos aspectos fundamentales de nuestra esencia, la mamadera de gallo y la violencia, dos factores que mal combinados pueden terminar en agravios, discusiones o inclusive tragedias como ya ha sucedido.

En la historia recientemente la “Oposición Política y de Masas” se convirtieron en una herramienta política, tomando mayor relevancia desde el II periodo del Expresidente Uribe, donde muchas personas comenzaron a sentir y expresar una incomodidad con su forma de gobernar y con ciertos escándalos que oscurecían su labor, pero así como crecían sus críticos, en paralelo se gestó un frente de respaldo y apoyo a su labor, dando origen a una de nuestra eternas divisiones, el uribismo y el antiuribismo que lo acompaño hasta el fin de su mandato.

Al expresidente Santos, lo eligió el uribismo, quien ganó su primera elección en contra de Antanas Mockus, Santos una vez en el gobierno mostro rápidamente diferencias sustanciales con Uribe, enamorando de a poco a los que no habían votado por él, y ganándose el desprecio y el calificativo de traidor por quienes lo habían elegido, esta dinámica que se observó durante los ocho años del mandato Santos, genero una oposición muy rara, sus más grandes críticos fueron los que le dieron su primera elección, mientras que sus defensores terminaron siendo los que no habían votado por él, desatándose la más mezquina, violenta y difamadora batalla política en nuestra historia reciente entre Uribistas y Antiuribistas, quienes comenzaron a ser llamados como santistas; la cúspide de esta efervescencia política se vio reflejada en el plebiscito por la paz de 2016, donde el NO obtuvo una mayoría de 50.21% y el SI una derrota con el 49.78%, esa campaña mostró episodios nunca antes vistos de mentiras, calumnias, difamaciones, y los singulares memes y comentarios de las redes sociales, que se convirtieron en los nuevos campos de batalla.

Presentándose situaciones increíbles, como aquellas noticias falsas con titulares manipulados, memes  o montajes que nadie en sus cinco sentidos podría considerar cierta y que con una pequeña investigación en internet, desmontaba el tamaño de esa falacia, pero bien decía nuestro Nobel García Márquez, en Macondo, cualquier cosa puede pasar, y en Colombia comenzamos a ver como esas mentiras se volvían realidades, en los cafés, en las redes sociales y hasta en las conversaciones familiares, en donde nuestros amigos o familiares, creían y defendían a muerte la información que recibían de la “Oposición Política” la cual a todas luces era falsa, iniciando debates interminables que como dos rocas, se encontraban en el mismo rio.

Fue tan exitosa la oposición a santos, que algunos se atrevieron a llevar la estrategia del Castrochavismo a Estados Unidos; sorprendidos quedamos todos, cuando de la boca del expresidente Trump, energúmenamente hablaba de Hugo Chaves, del nuevo comunismo y del castrochavismo.

Esta oposición avasalladora, que generaba contenidos y los rodaban como bolas de nieve logro su cometido, “sacar” al presidente Juan Manuel Santos por la puerta de atrás de la historia política colombiana, mientras lo vitoreaban en el exterior en Colombia lo chiflaban y lo acusaban de traidor, de esta oposición inconforme apareció Iván Duque, un joven abogado, que de la mano del expresidente Uribe, llego al congreso y con ciertas habilidades y un gran amor a su máximo líder obtuvo la presidencia, derrotando a Gustavo Petro en segunda vuelta.

Del 2018 al 2022, Colombia obtuvo en Duque un gobierno con más nubarrones que días soleados y lo digo por su día de posesión, el huracán Iota y la pandemia del Covid, (los análisis de su gobierno, se los dejo a usted) mientras tanto la oposición antiuribista veía en Duque, la mano de Uribe en su espalda, dándoles la justificación perfecta para comportarse de la misma manera como la oposición uribista se comportó con Santos, como una especie de revancha, en alguna ocasión alcance a leer, que a Duque y al uribismo se le estaba dando una “cucharada de su propia medicina”

Como respuesta el gobierno Duque, que no pudo hacer frente a esta oposición por sus propios fallos en el gobierno, intento catalogar la oposición en diferentes casillas, los llamo santistas, petristas, vagos, mamertos, entre muchos otros epítetos demostrando su desconexión con sectores sociales, pero el peor de sus males sucedió cuando se le genero una oposición dentro de su propio sector político, que intuyendo su fracaso, salto del barco antes del naufragio y lo tildo a él, como santista, fracasado y mamerto, inclusive alguna elocuente senadora lo llamo gordo “No Heterosexual”.

Por el gobierno Duque, el uribisno entro en crisis, pero no son los únicos, también están en crisis las grandes castas políticas, que están observado que en este gobierno no contaran con los tarros de mermelada a las cuales estaban acostumbrados y con los cuales salían electos, también se encuentran en crisis ciertos medios de comunicación que dependían del dinero público para subsistir, en nominas paralelas que les generaban valiosos contratos.

Esta Oposición Política”, sentida por la pérdida del poder y sin los recursos públicos a los cuales estaban acostumbrados, se encuentran como una fiera herida que usara todos los recursos a su alcance para incentivar de manera exponencial la “Oposición de Masas”, estando al acecho de cualquier traspié o error del gobierno y sus integrantes, malinterpretando discursos, distorsionando realidades, todo con el fin de generar la mayor incomodidad posible a este nuevo gobierno, ya se escucha en las calles a colombianos, opositores, rogando por el fracaso de Petro, aspirando que sea igual de corrupto a los políticos de siempre, anhelando que sus programas y proyectos fracasen, hasta insinuando que sus políticas son en beneficio de narcos y bandidos y que sus alianzas internas y externas buscan entregarle el país a una sociedad misteriosa, oculta encabezada por Rusia, China, Cuba, Irán y Venezuela y por supuesto no podían faltar las FARC y el ELN, sin saber explicar el cómo, pero juran y están seguros porque se lo escucharon a su líder político y todo para que el seguidor de Petro se desilusione y así poder decirle “si ve, se lo advertí”

Esta columna está dirigida a la directiva de partido Colombia Humana, a los sectores del Pacto Histórico y a sus aliados del frente Amplio, estén atentos, actívense, reúnanse, planifiquen, porque es necesario crear estrategias que permitan masificar el mensaje del presidente de una manera sencilla y clara, que aterrice el tecnicismo de las decisiones políticas que podrían parecer enredadas y llevarlos al plano del entendimiento colectivo en todas las regiones y a todos los sectores, no permitan que sea la oposición Política, la que se encargue de informar o desinformar al ciudadano del común, por último y como factor relevante, los miembros de los equipos de gobierno y sus directivas nacionales y regionales, no pueden “dar papaya”, la actuación reprochable del joven  representante Flores en Cartagena, los traspiés de la ministra de minas Irene Vélez, entre otras actuaciones de algunos miembros cercanos al gobierno, han estado en los titulares de alguna prensa malintencionada, que callaba hechos de corrupción y abusos de poder en otros gobiernos, pero que hoy al mínimo error desata titulares y entrevistas explosivas, siendo esta una muestra fehaciente de lo que se deberá afrontar en el próximo cuatrienio. Por eso dejo esta reflexión.

La oposición está al acecho y se les está dando papaya.

Por: Óscar Eduardo Mazorra Otálora
Miembro del Frente Amplio  

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