Vivimos momentos complejos en que se conjugan hechos contradictorios pero que confirman la existencia de dos grupos contrarios, que se disputan el control de la sociedad con propósitos y estilos diferentes: por una parte una pequeñísima minoría interesada en proteger sus negocios con multinacionales especialmente extranjeras, contrarios al interés nacional, y por otra una inmensa mayoría afectada por esas políticas que descargan sobre sus hombros las crisis del sistema que se suceden cada vez con mayor frecuencia y un grado superior de intensidad.
La aprobación a pupitraso del Plan presentado por el gobierno como de Desarrollo Nacional, que incluye en diferentes materias normas que favorecen la inversión extranjera, como el fortalecimiento de las EPS en salud, la protección en minería a las multinacionales, la política agraria que persiste en la entrega de enormes extensiones del territorio a inversionistas contra los derechos de los sin tierra y la negativa a recursos para apoyar al campo con tecnología, crédito, insumos a costos competitivos e inversiones en la comercialización.
Licencias para explotación económica en zonas protegidas y de páramos, entre otras perlas, que amenazan seriamente el futuro de los colombianos con tal de complacer a los poderosos de la OCDE, y por otro lado una portentosa movilización del magisterio que concretó puntos como el del aumento salarial y la revisión de las pruebas para ascender, lucha con la que se dio bautizo en la contienda a los llamados del 1278, jóvenes docentes que hacen el relevo sin las garantías ganadas en el pasado y la próxima activación nuevamente de las gentes del agro, en particular cafeteros y arroceros, arruinados por las importaciones y una estructura de costos infame por factores ajenos a su capacidad de trabajo más bien del resorte del gobierno como el costo de los combustibles, de los agroquímicos, del crédito, carencia de asistencia técnica entre otros.
En medio de este maremágnum se realizará el IV congreso del Polo Democrático única fuerza de oposición al gobierno y sus políticas con excepción del proceso de conversaciones de paz, evento en el que se debatirá el futuro de las fuerzas que propugnan por una Colombia diferente, se discutirá las características y el tamaño del frente que se oponga a la continuidad de las políticas de Libre Comercio y el camino a seguir, confrontarán quienes presentan la experiencia chavista como un modelo exitoso y otros aferrados al análisis concreto de la realidad, ubicando a los sectores del trabajo y empresariado como los aliados naturales en las batallas por venir.
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