La inseguridad, junto con la economía y la infraestructura vial son los mayores problemas que aquejan a Neiva, a las familias, a los ciudadanos. De manera permanente escucho en los barrios, en las calles, en las casas, en las distintas reuniones, sin importar el estrato social, la preocupación por la inseguridad.
Hoy sigue siendo un gran dolor de cabeza para la gente, seguramente también para los mandatarios, que debemos enfrentar con firmeza y mejorar rápidamente para la tranquilidad colectiva y potencializar el desarrollo económico.
Neiva no escapa a la realidad nacional. Las cifras demuestran que, en el caso de la capital del Huila, según la encuesta Pulso Social, el 72,8% de los ciudadanos se sienten inseguros y muy inseguros caminando de noche.
En 2021 la percepción de inseguridad estaba en 44%, mientras cerró el 2022 con un incremento a 53,2%. Los mayores retos están en los delitos más comunes, como son el hurto a personas, hurto a residencias, hurto a motocicletas, la extorsión, la intolerancia y el micro-tráfico. Ojo, cuidemos al comercio.
La pandemia nos generó el encierro de la cuarentena, pero la inseguridad actual está conduciendo a otro encierro, el encierro de los ciudadanos basados en el miedo o la angustia. Por eso la consigna y una de los retos prioritarios debe ser la “liberación de la inseguridad”.
Liberarnos de la inseguridad implica asumir responsabilidades. La responsabilidad directa y de frente como primera autoridad. Fortalecer la articulación institucional; combatir el expendio de droga y el corredor estratégico de micro-tráfico; eliminar las fronteras invisibles al interior de los barrios; entender que el hurto no es solo en el micro-centro; lograr una Neiva inteligente y más iluminada donde al lado de una luminaria esté una cámara de vigilancia funcionando; garantizar mecanismos de alarma de las comunidades; ayudar a fortalecer la justicia y, por qué no pensar en un piloto de policías de civiles como lo hizo Nueva York en el pasado.
Pero no solo es eso. Ser efectivos necesariamente obliga a entender la relación directa entre economía y seguridad. Está demostrado en el mundo que los territorios más seguros son los que mejores oportunidades económicas le brinda a su gente.
Por tal razón, entender y dar soluciones a los retos sociales de hambre en una ciudad donde el 19% de la gente no tiene 3 alimentos al día, desempleo e informalidad (49%) es fundamental.
Por ejemplo, para el hambre promoveremos comedores humanitarios con carácter temporal articulado con las juntas de acción comunal. Adicionalmente, en cuatro años la meta será cero-analfabetismo.
Economía y seguridad son 2 variables intrínsecamente dependientes, así como la seguridad permite desarrollo económico, mejorar la economía de las familias Neivanas y lograr impulsar con éxito el emprendimiento local conllevará a una Neiva más segura.
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Por: Jorge Andrés Géchem
Twitter: @JorgeAGechem