Estigmas por Covid-19, ¿Cómo lo ha enfrentado el Huila?

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Desde finales de 2019 el escenario informativo internacional se enmarcó en una patología respiratoria de origen desconocido, de carácter contagioso, que afectaba a un importante grupo de personas en China; jamás nos imaginamos la situación que llegaría a nuestro país.

En Wuhan, provincia de Hubei – China se identificó el inicio de esta problemática, completamente impredecible. Se han realizado permanentes estudios en procura de conocer el agente causal de la crítica situación, que de manera acelerada se fue expandiendo por la geografía mundial. En el mes de enero identificaron el virus de la familia Coronaviridae como agente causante del brote, que fue denominado por la Organización Mundial de la Salud OMS como “nuevo coronavirus” y posteriormente SARS-CoV-2.

Ya el termino coronavirus era conocido en la comunidad científica como un agente causal de patologías respiratorias, por lo que se emitieron las recomendaciones de protección personal para evitar el contagio entre personas, pues la vía de trasmisión es por gotas respiratorias de más de 5 micras y por contacto directo con secreciones que contienen el virus, que para mayor facilidad y tecnicismo se nombró como COVID19 por la misma OMS.

Gracias a las tecnologías de la información y comunicación como medios televisivos, radio, prensa y obviamente internet nos fuimos informando sobre el avance de la afectación de personas, quienes enfermaban y morían, especialmente en el país asiático, posteriormente en Europa en países como Italia y España, de las graves cifras que diariamente se registraban, y que generaban miedos y expectativas relacionas con el momento de su llegada a nuestro territorio.

En Colombia se inició la preparación para la vigilancia y respuesta ante posibles casos, desde la confirmación del brote en China. El Sistema Nacional de Vigilancia en salud pública (SIVIGILA) captó el primer caso el 6 de marzo de 2020 en Bogotá; por su parte el Instituto Nacional de Salud – INS generó los lineamientos para intervención en departamentos y municipios activando protocolos para contener la expansión.

En el mismo mes de marzo y en menos de 1 semana el departamento del Huila confirmo 2 casos positivos para SARS CoV2, iniciando de esta manera la fase de contención en el municipio de Neiva y activó de manera inmediata la Sala de Análisis de Riesgo para dar respuesta a la emergencia, que permanece activa y disponible 24 horas todos los días.

A la fecha se registran 2.712 casos en 36 municipios, muchos de ellos son casos relacionados, la mayoría importados no solo de otros países sino también de otros departamentos, con un crecimiento lineal y controlado.

Una de las medidas más eficaces e importantes dadas desde el gobierno nacional y local para mitigar la transmisión de esta patología es la cuarentena en casa, un confinamiento que obligó a los ciudadanos a adaptarse a nuevas formas de trabajo, estudio y convivencia, no ha sido fácil pero muy necesario reaprender nuevas rutinas para lograr una nueva vida en familia. También es importante mencionar otras medidas como el lavado continuo de manos, el uso de tapabocas y distanciamiento social.

Ahora bien, la otra arista de la pandemia es la dinámica informativa que  ha expuesto a los ciudadanos a falsas noticias y cadenas especialmente a través de redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, YouTube, WhatsApp entre otros, donde se comparten recomendaciones, curas, opiniones, incluso subestimando la existencia del virus, promoviendo falsos canales de contagio generando pánico y estigmas.

Estigmas de pandemia

Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades CDC “el estigma puede afectar de manera negativa en la salud física, mental y emocional de los grupos y las comunidades en las que viven. Las personas estigmatizadas pueden sufrir aislamiento, depresión, ansiedad o vergüenza pública”, estos que para esta época se han vuelto tan comunes en nuestra sociedad.

Por causa del COVID19 personas con rasgos orientales sufrieron estigmatización, hasta el extremo de ser reportados como sospechosos y sometidos a toma de pruebas aún sin tener contacto directo con pacientes positivos.

Los profesionales de la salud, quienes atienden de primera mano las emergencias relacionadas con la enfermedad, debido a su exposición también han sido señalados de ser portadores y transmisores de la enfermedad, han sufrido agresiones, rechazos activos, violencia verbal y física por parte de personas desinformadas sobre el tema.

Este tipo de trato afecta negativamente a quienes tienen la enfermedad, a quienes los cuidan, los familiares, amigos y se extiende hacia las comunidades, pues se ha sabido que cuando la enfermedad se presenta en cantidad en una ciudad, barrio o comuna, se generaliza y exagera la presencia del virus.

Según señaló la UNESCO, el estigma y el rechazo se extendió hacia las personas sin hogar, en estado de vulnerabilidad, así como a los trabajadores de establecimientos que han permanecido activos en la prestación de servicios por su condición de cadena básica de suministro, como tiendas de víveres y supermercados.

Lo que hace que esta enfermedad genere estigma, es su origen, su desarrollo, su cadena de contagio incierta y desconocida, en torno a la cual hay muchas preguntas sin responder, generando temor, incomprensión, incredulidad, confusión y ansiedad.

¿Cómo se previenen los estigmas?

De acuerdo con las indicaciones expuestas por UNICEF, OMS, UNESCO y CDC, se pueden abordar los siguientes pasos para evitar el estigma relacionado con COVD19:

  • La educación: informarse por medios de comunicación y entidades confiables, como los centros para el control y la prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud, el Ministerio de Salud y Protección Social, el Instituto Nacional de Salud. Utilizar las palabras correctas y entenderlas, es muy importante, porque no es lo mismo un caso sospechoso que uno confirmado, cuando se hable de la enfermedad, no vincule etnias o ubicaciones a la enfermedad, tampoco grupos específicos como personal de salud o cuidadores.
  • Apoyo emocional: las personas que pueden sentirse estigmatizadas, necesitan una voz confiable para discutir en forma abierta, honesta y eficaz acerca de la enfermedad. Cuando hable de la enfermedad, diferencie entre una persona que tiene la enfermedad, una persona recuperada, una persona que está siendo tratada.
  • Recuperación de la confianza: en las entidades de salud, a las que se puede asistir para encontrar el apoyo y la orientación requerida para afrontar la enfermedad.

El llamado es comprometernos conscientemente a promover comunicación asertiva  con hechos reales, demostrables, evitando la confusión de otros, si su riesgo es afrontar estigmatización, pida ayuda.

Por: Viviana Carolina García Charry
Enfermera Especialista en Epidemiologia – Magister en Salud Mental Comunitaria
Profesional de Apoyo – SSD Huila – Eventos Inmunoprevenibles
https://orcid.org/0000-0003-1847-3634

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