Recientemente se llevó a cabo el lanzamiento de la campaña “Opitas de Corazón”. Esta, liderada por diferentes entes gubernamentales, busca concientizar a los ciudadanos sobre la importancia de cuidar, respetar, querer, y proteger lo nuestro.
A diario somos testigos de las innumerables dificultades que vive nuestro pueblo, problemas de toda índole, que van desde la falta de atención estatal, hasta la falta de responsabilidad comunitaria, y esto suele acontecer, porque hemos adoptado como propia una costumbre malsana, la de culpar a los demás por lo que nos acontece.
A menudo nos quejamos por las diferentes problemáticas que afronta nuestra ciudad; vías, seguridad, desempleo, pobreza extrema, son tan solo una pequeña muestra de las necesidades que a diario padecemos y que sin duda como buenos opitas, nos indignan hasta el punto de pensar que el sistema es obsoleto, que quienes tienen las riendas de la ciudad no son idóneos para el cargo y que estamos condenados a una vida de sufrimiento.
No pretendemos decir que vivimos en un lecho de rosas, ciertamente la vida en la ciudad tiende a tornarse caótica, pero en lo que queremos reflexionar, es en nuestro papel, y frente a tantas problemáticas ¿Qué estamos haciendo? ¿Seremos acaso como aquel personaje que observando un hurto, pide ayuda, pero no se atreve a auxiliar a la víctima? O tal vez ¿Cómo quien presencia un accidente, pero se acerca solo a observar?
Para cambiar nuestra ciudad, no necesitamos de héroes o heroínas, tampoco de especialistas ni eruditos, solo se requiere, que usted, tome parte de la solución, que tal cual lo dirían nuestra abuelas, pase del dicho al hecho, pues así tendremos más de 300.000 buenas acciones a diario, una fuerza imparable en pro de una mejor ciudad.
Ese, en mi forma de ver es el objetivo de la campaña “Opitas de Corazón”, que todos y todas despertemos ese sentido de pertenencia por los temas de ciudad, y busquemos soluciones a lo que nos aqueja. Y es que para solucionar las problemáticas no es indispensable estar en un cargo público, solo con querer ayudar basta.
Lo más importante y lo que mueve a cualquier sociedad es su gente, quienes a diario se despiertan con la convicción de buscar el bienestar propio y el de sus familiares, y es en esa búsqueda de una mejor calidad de vida y dignidad humana, que sacamos lo mejor de nosotros, ¿Pero si alguien externo a nuestro núcleo familiar nos pide una mano se la brindamos?
Desde la bancada vertical del Movimiento Político MIRA, hemos buscado devolverle el sentido a la política. Desafortunadamente las malas actuaciones de algunas personas han hecho que el termino se confunda con el de “politiquería” y olvidemos la importancia de esta herramienta, pues la política es la forma de ayudar a los demás, de poner al servicio de todos un escaño en una corporación, de visibilizar las problemáticas buscando soluciones, de que las voces de todos sean escuchadas. En efecto, es para servir a los demás y no para servirse de ella.
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