A más de $90 billones de pesos hacienden las deudas que los colombianos obtuvimos en el año 2014. Esta cifra resultó del estudio anual aplicado por el Banco de la República, al sistema financiero de nuestro país.
Lo que más se destaca son los créditos hipotecarios, que ascienden a $33 billones como también las tarjetas de crédito, cuyo monto fue de $20 billones. Y si bien, se pensaría que el origen de estos compromisos financieros surgió de una dinámica económica prácticamente buena en el 2014 – estabilidad laboral y salarios justos-, ya que eso genera confianza y por eso el colombiano se comprometió a pedir un capital, porque sabía que a futuro podía responder, la realidad es otra y a mi parecer muy preocupante.
Según el mismo estudio, lo difícil en nuestro país, no es acceder a un producto crediticio, sino darle cumplimiento al mismo, esto sin duda como origen a muchas variables: falta de empleo, informalidad laboral, salarios míseros y un altísimo costo de vida. Eso es precisamente lo que engorda los registros de la cartera morosa de las diferentes entidades financieras, pues según el Banco de la República, el índice de morosos en el 2014 estuvo en el 4,9%.
Desde ningún punto de vista se puede desconocer que el principal problema es el mal manejo de las finanzas personales. Pues se encuentra que el 18,5%, de todas las personas que hacen parte del sistema financiero – bancos, cooperativas, fundaciones crediticias-, sostienen más de tres créditos a la vez y lo más alarmante es que entre todas sus deudas duplican y hasta triplican los ingresos. Por eso es que en la actualidad de cada $100 pesos de ingresos, el colombiano promedio está destinando $22 a cubrir compromisos financieros.
Pero si el panorama es preocupante en la economía personal, a la hora de revisar las finanzas públicas del municipio de Neiva, la situación luce un poco peor.
Hace algunos días el mandatario capitalino, hacía un balance de lo que ha sido su administración, mal sería desconocer que en medio de algunos desaciertos, ha tenido aciertos destacables, obras que llevaban décadas estancadas, han mostrado un buen nivel de desarrollo, no obstante ¿a costa de qué?. El mismo día, el burgomaestre manifestaba que Neiva quedará endeudada, pero que la administración venidera no tendrá de que preocuparse, ya que el dejara muchos recursos para otras obras. Pero ¿de verdad no hay de qué preocuparnos?
El 1 de Enero del 2012, cuando inició esta nueva administración, existía una deuda pública de 45.000 millones de pesos. A la fecha, dicha deuda asciende a más de 70.000 millones, lo cual genera gran inquietud. Primeramente porque estos compromisos financieros, deben ser atendidos directamente de los recursos propios de la ciudad, que a la fecha son de 80.000 millones, y de los cuales casi el 80% son usados para el sostenimiento del aparato administrativo. Pero más allá de este desfase, surge otra gran inquietud, y es que dentro de 15 años – Tiempo estimado para cubrir estos compromisos financieros- Neiva habrá pagado más de 200.000 millones de pesos entre capital e intereses, algo así como la mitad del presupuesto anual de la ciudad, o casi lo mismo que vale la implementación del sistema estratégico de transporte público.
Desde la bancada vertical del Movimiento Político MIRA, hemos manifestado que este tipo de endeudamientos son nefastos para la ciudad, pues generan unos sobrecostos a futuro que frenan el desarrollo, además de convertirse en todo un problema para las administraciones venideras, es por esa razón que desde el cabildo municipal no hemos apoyado los proyectos de endeudamiento, ya que en la realidad, la capacidad financiera de Neiva no es la apropiada y por lo visto, la actual administración no solo nos dejara algunas obras, sino también, el futuro, endeudado.
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