Avanza el proceso de designación del nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, con la designación de la terna de la cual el congreso nacional definirá al ungido se va perfilando el futuro próximo de la institución, pues los ternados sin excepción son de origen Santista y cualquiera que sea llegará a desarrollar la política propuesta por el gobierno a través del documento elaborado por la Misión del café.
La dirigencia cafetera nacional obvió la alternativa de candidatos probados en la defensa de los caficultores por años, su conocimiento en el tema refrendado por la relación con cientos de productores y sus organizaciones y los textos publicados desentrañando la problemática del cultivo para dejar en manos de burócratas de la federación y del gobierno las opciones para elegir.
En el caso del organismo regional argumentando el más pueril chovinismo, sin examinar el conocimiento y en especial el compromiso con los intereses de los cafeteros se pujó por Luis Guillermo Vélez, un burócrata de oficio que poco o nada conoce de las angustias de los cafeteros, se le calificó de huilense porque su señora madre es de Yaguará, uno de los dos municipios del departamento en que no se siembra una mata de café; sin embargo, nos resultó más opita que Villamil; el personaje es un experto lobista que ha ocupado importantes cargos en el gobierno gracias a la lagartería que maneja, pero de café solo conoce los tintos que se ha tomado en la vida; a la mayoría del comité departamental de cafeteros les fue indiferente que políticas se aplicarán desde la cúspide de la Federación incluida su liquidación ,con tal de que sea “huilense”, les hubiera bastado cualquier cuento como los del embajador de la India con tal de validarlo.
Al examinar el previsible futuro del negocio no tendría nada de extraño que terminen eligiendo al “opita” para que cuando la situación se torne más grave y los caficultores huilenses asomen la cabeza con el vigor y la contundencia con que lo han hecho a la hora de reclamar les digan: “entiéndanse con su gerente”.
Los celios resultaron prestándose para la marrullería del gobierno que atendiendo sus compromisos del Libre Comercio, eliminará toda ayuda a los productores, a pesar de los costosos insumos, la falta de investigación y tecnología, trochas por vías, combustible por las nubes y etc., de desventajas para que entren en la libre competencia de los subsidios a las transnacionales y el garrote para los productores nacionales.
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