11.250.750 casos de contagio y 531.000 fallecidos en el mundo, es una cifra que causa estremecimiento en el colectivo humano. Aún peor cuando se está poniendo al descubierto, que las victimas mortales en el mundo han sido más por negligencia, desconocimiento e incluso perversidad por parte de quienes han diseñado los protocolos y la anuencia de algunos Gobiernos.
El Gobierno colombiano decretó la cuarentena mandando a encerrarse a la gente y parando de un solo golpe la actividad empresarial, que ha conducido a los más débiles a la quiebra económica, la pobreza, el desempleo e inseguridad en todo el territorio Nacional.
Mientras miles de familias en el mundo siguen llorando la pérdida de sus seres queridos, que en razón a los protocolos no pueden ni siquiera visitarlos en los centros hospitalarios y menos una vez fallecidos, porque de inmediato son convertidos en cenizas; unos gobernantes han aprovechado el caos social para robarse los dineros del erario público, amparados en las medidas de emergencia sanitaria. Colombia encabeza la lista.
El primer hecho que despertó sospecha sobre la letalidad o farsa del Covid-19, la generó la agencia de noticias de China, en la que daba cuenta, que luego de haber sido contenido y puesto en control el Covid-19, a partir del 8 de abril se reiniciaban las labores empresariales. Esa noticia genero controversia en la comunidad internacional, que en un momento pensó que el gigante asiático se derrumbaría ante la pandemia. Pues no fue así, el gigante se paró y salió avante. Claro en medio de diversas acusaciones realizadas por el propio Donald Trump.
Italia quebrantando los protocolos de la OMS efectuó más de 500 necropsias descubriendo que los pacientes fallecían por trombos en arterias inflamadas por coagulación sanguínea, lo que genero un cambio drástico en el tratamiento de los pacientes, que les empezaron a suministrar de inmediato anticoagulantes y anti inflamantes, y en solo 2 días sus hospitales liberaron a más de 50 mil pacientes. Algo muy parecido ocurrió en Corea del sur, que también logro en poco tiempo, poner freno al virus.
Los testimonios de la Microbióloga salvadoreña: María Eugenia Barrientos, el del médico caleño Raúl Salazar y el del alcalde Jaime José Nebot, de Guayaquil Ecuador, en donde morían en promedio día 500 personas y ahora ni uno, deja en clara evidencia, que detrás del caos infundado por los Gobiernos y medios oficiales, lo que hay es un plan macabro.
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Por: Miguel Rodríguez Hortúa – miguel.rh12@hotmail.com
Twitter: @miguel_rh12
