El coscorrón que le está robando la presidencia a Vargas Lleras

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Para nadie es un secreto que de la baraja de aspirantes a la Presidencia de la República de Colombia, el más preparado para asumir el cargo y la responsabilidad es Germán Vargas Lleras, pues durante prácticamente toda su vida política se ha preparado para estar a la altura del mismo.

Vargas Lleras quien actualmente cuenta con cincuenta y seis años de edad, es abogado egresado de la Universidad del Rosario y tiene estudios en Gobierno y Administración Pública de la Universidad Complutense de Madrid, soportes académicos que han sido suficientes para desarrollar toda su trayectoria política.

A sus escasos diecinueve años de vida fue elegido Concejal del municipio de Bojacá en el departamento de Cundinamarca como representante del Nuevo Liberalismo, movimiento fundado por Luis Carlos Galán Sarmiento. En el año 1988 aspira al Concejo de Bogotá, empero en 1989 tras el asesinato de Galán, Vargas Lleras se integra a la oficialidad del Partido Liberal, colectividad que lo acogió y lo avaló en dos periodos consecutivos como concejal de la capital del país.

En 1994 es elegido Senador de la República y mantiene vigente su credencial durante cuatro periodos. En 2002 como representante del Movimiento Colombia Siempre, una disidencia del liberalismo oficialista, renueva su curul y alcanza la tercera mayor votación. Cinco meses después de su posesión es objeto de un atentado con un libro bomba, el primero de dos intentos por asesinarlo.

En el 2003 se une a Cambio Radical en donde es elegido director y presidente y en el 2005 sufre el segundo atentado con un carro bomba, del cual sale ileso, pero caen gravemente heridos varios de sus escoltas.

En el 2006 es elegido nuevamente Senador logrando la mayor votación, duplicando los votos del segundo, lo cual lo consolida como líder de uno de los partidos más poderosos del país, pues junto con él logran la credencial catorce aspirantes más al Senado y veintidós candidatos a la Cámara de Representantes.

Germán Vargas Lleras propone su nombre como candidato presidencial en el 2009, alcanzando la tercera mayor votación del país en las contiendas del 2010 con cerca de un millón y medio de votos y desde entonces no ha parado de trabajar para llegar como máximo mandatario al Palacio de Nariño.

Como todos saben, en el gobierno de Juan Manuel Santos, Vargas Lleras ocupó los Ministerios del Interior y de Justicia, y de Vivienda, Ciudad y Territorio, pero también se desempeñó como Vicepresidente, cargo en el cual llevó a cabo una gran cruzada de desarrollo nacional en infraestructura y fortaleció su campaña de construcción de vivienda, tratando de beneficiar al mayor número de familias en todo Colombia, obras que lo ubicaron en los primeros lugares de preferencia para su elección como presidente, pero un error por falta de tolerancia lo envió al fondo del balde y de allí prácticamente no ha podido salir.

No cabe duda que Germán Vargas Lleras es un gran estadista, un hombre que conoce el país como ningún otro y un político visionario y con capacidad para gobernar, pero el coscorrón que le propinó a uno de sus escoltas aquel 23 de diciembre del año 2016 no ha sido olvidado por lo colombianos y aunque parezca algo sin importancia, es la razón fundamental por la que hoy no está en los primeros lugares en encuetas ni sondeos de preferencia electoral y pienso yo que a pesar de todos los esfuerzos que se están haciendo, no va a lograr superar ni a Duque, ni a Fajardo, ni a Petro.

Cierro con la siguiente frase del filósofo austriaco-británico Karl Popper: «Debemos reclamar, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes».

Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
Twitter: @Hufercao04

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