Fueron casi dos años de preparación, con diferentes carreras realizadas, (10K de Bogotá, Media Maratón del desierto, triatlón de San Andrés, IM 70.3 de Mont Tremblant).
Algunos pensarán que es mucho tiempo o tiempo perdido, pero fue la mejor inversión; invertí en mi salud, en mi cuerpo y en la preparación.
Y llego el día esperado, 30 de Noviembre del 2014 en la isla de Cozumel en México; me levanto a las 5:00 a.m. para llegar al sitio de la carrera y hacer los últimos ajustes de los equipos, a las 7:05 a.m. inicia la natación en un mar transparente, hermoso (una de las barreras coralinas más hermosas del mundo), seguido por una carrera en bicicleta extremadamente dura, mucho viento en contra, 90km con dos pinchadas y muy tocado física y mentalmente, llevaba unos planes de tiempos en mi mente que aquí se fueron al traste.
Termino con la maratón, extenuado con muchas sensaciones negativas. Iniciaba la etapa más dura, aquella de llevar el cuerpo al límite y tratar de engañar la mente. Como en la vida, fui por pequeñas metas (le ponía pequeños retos a mi mente y cuerpo, inicialmente cada 5 km, finalizando con cada 200 metros).
Después de 14:40 minutos, llego a los últimos 100 metros de la carrera, como una estrella de Hollywood en la alfombra azul (no roja), con música, luces y un animador que decía tu nombre mientras llegabas y atravesabas la meta; una gran felicidad, lágrimas y muchos sentimientos vinieron a mi cabeza (entrelazadas imágenes de los últimos años); me esperaban mis amigos y mi esposa para celebrar este gran reto.
¿Qué pasó después de cruzar la meta?
Días después decidimos con unos amigos reunirnos y motivar a otras personas para que realizaran actividad física y se contagiaran de lo que estábamos viviendo, iniciamos un club deportivo aficionado que ha ido creciendo, continuamos compitiendo en diferentes eventos y carreras, motivando a las personas.
Se inició una campaña de concientización médica, contando a los colegas la experiencia vivida aprovechando el programa médico saludable, paciente saludable, además en colegios, congresos médicos y de nutricionistas nacionales y siendo speaker en el primer TEDx Neiva en el año 2017.
Desde eso entonces no he parado, el deporte cambió mi vida y además me ha servido como motivo para poder enseñar y aprender de muchas personas.
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Por: Adonis Tupac Ramírez Cuéllar – adonistupac@gmail.com