La Asociación Ambiental Colombovivo, integrada por campesinos del centro poblado San Adolfo de Acevedo, viene impulsando el sendero Los Chorros como un atractivo ecoturístico digno de visitar y conservar.
El senderismo se ha convertido en la principal herramienta para impulsar la educación ambiental en el departamento del Huila, iniciativa que a su vez permite que las comunidades reconozcan y valoren los servicios ecosistémicos que ofrecen las áreas protegidas del departamento.
Es así como en la vereda La Ilusión del municipio de Acevedo, área del Parque Natural Regional Corredor Biológico Guácharos-Puracé, se encuentra el sendero Los Chorros, un lugar rodeado de bosques de roble, donde habita el Oso de Anteojos y la Danta de Montaña.
Este fascinante lugar es conservado por la comunidad de la zona, los niños y niñas integrantes del grupo Guardianes del Bosques y la Asociación Ambiental Colombovivo, integrada por campesinos del centro poblado San Adolfo, quienes, desde hace algunos meses, impulsan el lugar como un atractivo ecoturístico digno de visitar.
“Tenemos un camino ecoturístico, trabajo que venimos organizando con la CAM. Queremos que la gente conozca y que se lleven una idea de conservación de las especies de fauna y flora. Para nosotros esto es una herramienta de educación ambiental”, manifestó Yilmar Calderón, representante legal de Colombovivo.
Durante el recorrido, que tarda alrededor de dos horas, desde San Adolfo, se pueden observar majestuosos robles negros, especie en extinción, así como las quebradas Aguas Claras y Aguas Claritas varias, las cuales ofrecen varias caídas de agua, uno de los principales atractivos y de donde se deriva el nombre de ese majestuoso lugar: Los Chorros.
La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM vienen impulsando la estrategia ‘Senderismo por nuestras áreas protegidas’, con la cual se busca que la comunidad reconozca y valore los servicios ecosistémicos que prestan los Parques Naturales Regionales del Huila.
Grupo de monitoreo
Además de los proyectos ecoturísticos, Colombovivo se ha consolidado como un grupo de monitoreo de fauna silvestre que hace seguimiento a través de fototrampeo a especies como el Oso de Anteojos, la Danta de Montaña, Puma, entre otros, de los cuales se han obtenido importantes registros tanto fotográficos como en video.
“Estamos trabajando con cámaras trampa; así estamos conservando la danta, el venado, la boruga y otras especies que requieren de nuestro cuidado”, sostuvo Juber Yandi, líder del grupo de monitoreo.
La mayoría de integrantes de Colombovivo, así como de los habitantes de la vereda La Ilusión, son personas que por décadas se dedicaron a la cacería y a la tala ilegal, pero los procesos de educación ambiental liderados en la zona por la CAM, de los que también surgió el grupo ecológico ‘Los Castores’, han permitido que sean ellos quienes estén conservando el bosque natural.
Para Federico Sterling, representante legal del grupo ecológico Asoguacharos, “Es muy satisfactorio ver como personas que anteriormente venían con sus escopetas y caucheras, hoy sean los encargados de cuidar estos hermosos bosques, y que sean ellos mismos, lo que nos hablen de la importancia de la danta y de todo lo que encontramos en este lugar”.