Cómo prevenir complicaciones con infecciones respiratorias de los niños

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Ante la ola invernal que se está presentando actualmente en el país, es normal que se active un pico de infección respiratoria. Este, a pesar de que puede contagiar a personas de cualquier edad, suele afectar especialmente a los niños menores de cinco años. Las personas mayores de 65 años y las que tienen alguna enfermedad de base o alguna condición que disminuya sus defensas, también son vulnerables.

Según la doctora Marina Rosa Manotas, neumóloga pediátrica adscrita a Colsanitas, “los niños pueden presentar síntomas como rinorrea (mocos), fiebre, malestar general, dolor de cabeza y pérdida de apetito. A menos que se presenten signos de alarma, que requieran consultar los servicios de urgencia, el cuidado se puede realizar en casa hasta que la infección se autolimite en un tiempo máximo de dos semanas”.

Este tipo de infecciones, en su mayoría, son de origen viral y, aunque circulan durante todo el año, en Colombia existen dos picos de infección que se relacionan con los periodos de mayor pluviosidad: abril-mayo y septiembre-octubre.

Aunque son principalmente de origen viral, no se trata de un único virus sino de varios que, dependiendo de la edad y condiciones inmunológicas, las infecciones se pueden localizar solo a nivel de la garganta, en oídos, faringe, amígdalas o las vías respiratorias bajas donde existe mayor riesgo de complicaciones. De igual manera, con cada virus, los periodos de incubación son distintos, pero en general una infección de este tipo se trasmitirá en la etapa catarral donde la persona produce más secreciones.

Por esta razón, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones para prevenir este tipo de complicaciones:

  1. Dejarlos en casa: si el niño tiene un resfriado común, con secreciones y fiebre, es mejor dejarlo en casa para evitar las epidemias en los jardines infantiles. Con esa medida será más corta la incapacidad, tendrá menos complicaciones y no asistirá al servicio de urgencias.

En caso de que se trate de niños más grandes y adolescentes, que tienen dificultad con las ausencias escolares, se debe garantizar que usen tapabocas cuando atiende sus deberes escolares.

  1. Cuidar la alimentación: proporciónele alimentos recién preparados y con alto contenido nutricional a su hijo, así como una apropiada hidratación. Es posible que con la gripa disminuya el consumo de alimentos, pero es necesario seguir suministrándoselos a libre demanda.
  2. Controle la fiebre: la fiebre no puede superar 72 horas, ni ser mayor a 38,5 grados, ni producir compromiso del estado general del niño. También se debe asegurar de que el niño no tenga dificultad para respirar. El manejo de la fiebre solo se puede realizar de la forma que el pediatra tratante lo autorice.
  3. Aseo en la nariz: realice los lavados nasales con solución salina tan frecuente como haya obstrucción. Tomar abundante líquido le ayudará al niño a tener las secreciones menos espesas.
  4.  No automedicarse: por ningún motivo se deben utilizar fármacos que el pediatra no haya formulado y eso incluye que, pese a la tos, no se deben suministrar jarabes antitusivos que son de venta libre.

La tos es un mecanismo de defensa que ayuda a movilizar las secreciones. El niño deglute las secreciones y cuando se le da un jarabe para quitarle la tos hay efectos secundarios como somnolencia, disminución del reflejo de tos y riesgo de mayores complicaciones.

  1. Importancia del baño: este se debe realizar como siempre y sin usar otros productos adicionales como bálsamo o sustancias olorosas. Así, el aseo con agua tibia le ayudará a movilizar secreciones en su nariz, incluso, si aplicas el suero fisiológico antes sentirá alivio.

Es recomendable secar al niño dentro del cuarto de baño para evitar que se afecte por cambios bruscos de temperatura.

  1. Atención especial a los menores de 6 meses: los jardines infantiles son focos de infecciones respiratorias y por eso, se recomienda que, en caso de tener en casa un niño que no supere los dos años y otro menor de seis meses, no se debe mandar al jardín al primero, aunque no esté enfermo, hasta que el bebé no supere los seis meses.

Esta es una forma de mantener sano al bebé y prevenir que contraiga una infección respiratoria ante la cual es vulnerable. Cuando se trata de un niño mayor de dos años, si puedes mandarlo al jardín debido a que es más receptivo a tus indicaciones de no entrar en contacto con su hermanito tan pronto llegue a casa.

  1. Evite sustancias irritantes: el uso de ungüentos, sahumerios, productos de aromaterapia y otros remedios caseros elevan el riesgo de una dificultad respiratoria cuando se trata de niños que tienen una alergia respiratoria o asma bronquial de base.
  2. No acostarlos después de comer: espere al menos una hora para acostar al niño después de comer, especialmente si ha tomado tetero, debido a que hacerlo antes lo pone en riesgo de broncoaspirar.

Esto significa que mientras duerme, al niño se le pueden devolver parte de su último alimento a las vías respiratorias, causándole dificultad para respirar, crisis de tos, cianosis e incluso puede morir. Además, ir a la cama sin esperar un tiempo después de comer es causa de otitis, neumonía y sinusitis recurrente.

  1. Acomodar el espacio: durante la gripa, lo más recomendable es que el niño duerma solo en una habitación. Además, se debe ventilar y asear el espacio cuando el niño no se encuentre en la habitación. Por otro lado, se deben lavar con frecuencia las sábanas, cobertores y cobijas que utiliza.

Es clave evitar usar contaminantes intradomiciliarios como ambientadores, aerosoles, productos de aseo irritantes y sustancias aceitosas que pueden ocasionar dificultad respiratoria.

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