La especie humana durante su existencia en la tierra ha tenido que afrontar grandes catástrofes que cambian el curso en su modelo de vida. Son diversos los registros históricos que dan cuenta de hechos trascendentales causados por la furia de la naturaleza y por la propia mano del hombre.
Todas estas catástrofes vistas desde lo pragmático han tenido influencia directa en determinados sectores del mundo, ninguna con impacto mundial como el Covid-19. Nadie en la tierra estaba preparado para afrontar los diversos cambios en nuestra cotidianidad y menos nos imaginamos que en un amanecer empezando el año de 2020, nos enteraríamos a través de la prensa mundial, que la vida humana en la tierra estaba en peligro por el brote de un mortal virus.
De un día para otro la gente no se volvió a dar la mano, abrazarse y menos darse el beso en la mejilla como expresión de afecto. Se volvió común que las personas cargan aerosoles con desinfectantes para aplicarse en las manos y suela de zapatos. En la medida que las noticias daban cuenta de cómo a diario cientos de personas perdían su vida por cuenta del coronavirus, el pánico se apodero de la gente hasta el punto de sentir miedo de tocarse o acercarse a las demás personas.
Lo cierto es que no solamente el virus cambió el modo de vida de la humanidad, es que rompió el encadenamiento productivo mundial, arrinconando a las arrogantes potencias mundiales que de poco les ha servido su gran capital amasado producto en su mayoría de la explotación de recursos naturales en países pobres y en vía de desarrollo. Hoy su gran arsenal bélico de nada les sirve, el invisible virus ha cortado más vidas que las que se perdieron en las dos guerras mundiales.
El pánico mundial no desaparecerá muy pronto y el coronavirus tampoco. La compra y venta a través de medios electrónicos tomará fuerza en el nuevo orden empresarial mundial. El sistema educativo en sus diferentes áreas y niveles pasará de ser presencial a las plataformas virtuales. En este nuevo escenario mundial el internet se convierte en el gran modelo de interconexión humano, no solamente para la actividad empresarial, industrial y comercial sino para la transferencia del conocimiento en toda su expresión.
El nuevo reto de los gobernantes será la implementación del internet en los diferentes sectores de la sociedad. De no hacerlo la brecha de las desigualdades sociales se acrecentara y los conflictos sociales también.
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Por: Miguel Rodríguez Hortúa – miguel.rh12@hotmail.com
Twitter: @miguel_rh12