Teniendo en cuenta que aún no existe una regulación legal para su cultivo en el país, la Gobernación del Huila alertó ante la AUNAP, sobre la posible presencia de la especie en la Represa de Betania, lo que eleva la preocupación al tratarse de un embalse alimentado por el Río Magdalena.
Luego de conocerse algunos testimonios de pescadores artesanales sobre la posible presencia del pez Pangasius (Pangasianodon hypophthalmus) en la Represa de Betania, el secretario de agricultura y minería del Huila, Carlos Alberto Cuéllar Medina, anunció que se emitió una alerta ante las autoridades competentes, para que se tomen las medidas necesarias ante esta delicada situación.
“El pez Pangasius tiene un gran problema al ser una especie exótica e introducida de manera ilegal al medio natural, y eso obviamente genera una amenaza muy grande. Hoy hemos puesto una alerta a la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, para que se tomen las medidas necesarias para controlar de alguna forma esta situación, y desde luego invitar a todos los actores de la actividad acuícola a que denuncien e impidan que se produzcan esos procesos de liberación de este tipo de especie exóticas en medio natural”, precisó.
Aunque existe gran interés por parte de los cultivadores de peces frente la autorización para el cultivo del pez Pangasius en espacios confinados, debido a su alta conversión alimenticia, y un mercado que va en aumento, aún no existe una regulación vigente por parte de las autoridades competentes para el desarrollo de su cultivo en Colombia, sostuvo Cuéllar Medina.
“Hay que decir que hoy hay un proceso gubernamental a nivel nacional, con el cual se pretende la formalización de esta especie para producción piscícola, bajo entornos controlados, y esto es muy importante tenerlo en consideración, pues puede haber una amenaza potencial, digamos de manera biológica, pues se ha reportado que esta especie no se reproduce por sus propios medios, salvo en su medio natural en su país de origen, pero la amenaza siempre puede existir y por tanto por ser una especie muy voraz , hay que evaluar cual es realmente la situación en términos de recurso íctico, y amenaza para especies nativas y endémicas de nuestro Río Magdalena”, concluyó el secretario de agricultura del Huila.
Evaluar reproducción de la especie
Y es en ese sentido que se han venido oponiendo a su legalización organizaciones de ecologistas, quienes argumentan el efecto nefasto que podría tener el pez basa en medios naturales, debido a la competencia por recursos con las especies nativas, pues al ser un depredador voraz y de rápido crecimiento, puede desplazar a otras especies locales al competir por alimento y hábitat, lo que puede alterar el equilibrio natural de los ecosistemas, afectando la diversidad y la estructura de las comunidades biológicas.
Originario de los ríos del sudeste de Asia, el pez Pangasius, panga, o basa, ha sido introducido en diversas regiones del mundo para su cultivo comercial, pero en algunos casos su adaptación a nuevos entornos ha desencadenado efectos adversos; de ahí el interés de la Gobernación de Huila, en la necesidad de adelantar una gestión adecuada frente a esta especie, que aún no está autorizada para su cultivo, y un llamado a los actores de la piscicultura huilense a prevenir la liberación irresponsable de la especie en zonas naturales.