La actividad física y movimiento del cuerpo en edades tempranas es esencial para el desarrollo emocional, físico y mental.
El exceso de pantallas y dispositivos móviles en los niños puede generar problemas de obesidad y otras enfermedades. Hábitos saludables generan niños felices y con desarrollos adecuados.
En la actualidad, el uso del celular y otros dispositivos se ha convertido en una parte de la vida cotidiana, especialmente para los niños. Sin embargo, el exceso de tiempo frente a las pantallas puede tener efectos negativos en su desarrollo físico, mental y emocional.
Por esto, es el ejercicio moderado o la actividad física como una forma de contrarrestar los efectos nocivos del sedentarismo y el uso excesivo de los dispositivos en los niños. Daniel Santiago Mejía, docente del programa de Fisioterapia en Areandina seccional Pereira asegura que “la actividad física no solo promueve un estilo de vida saludable, sino que también fomenta la interacción social, el desarrollo de habilidades motoras y la mejora de la salud mental. Al alentar a los niños a participar en actividades físicas o movimientos corporales, así como ejercicios básicos y moderados, puede mejorar sustancialmente su bienestar general y contrarrestar enfermedades a largo plazo”.
Además, el uso de tabletas digitales, computadores y celulares pueden afectar el desarrollo emocional de los niños al limitar su interacción social cara a cara. “Esto puede llevar a problemas de habilidades sociales y dificultades para relacionarse con los demás. El ejercicio moderado es una parte esencial de un estilo de vida saludable para todas las edades, pero es especialmente importante para los niños. El movimiento del cuerpo proporciona una serie de beneficios para la salud física y mental de los niños”, explica el profesor Mejía.
La actividad física tiene múltiples beneficios para la salud. Ayuda a fortalecer el corazón y los pulmones, reduciendo el riesgo de enfermedades del corazón y de los pulmones. También contribuye al desarrollo de huesos y músculos fuertes, disminuyendo el riesgo de lesiones.
Por otra parte, mejora el equilibrio y la coordinación, lo que reduce el riesgo de caídas, lesiones y los ayuda a mantenerse activos durante más tiempo y por último, el ejercicio moderado tiene efectos muy positivos en la salud mental ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, mejorando el estado de ánimo, la autoestima y la concentración.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que los niños una vez adquieren el hábito del ejercicio, desarrollan habilidades como trabajo en equipo, resolución de problemas, responsabilidad y gestión del tiempo.
Según el docente Daniel Mejía “los niños deben realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada, al menos 5 días a la semana, y para aquellos entre 6 y 17 años, actividades moderadas acompañadas de vigoroso ejercicio físico al menos durante 5 días a la semana. Para cumplir con estos objetivos es ideal tener en cuenta disciplinas deportivas como el fútbol, el baloncesto, entre otras, ya que trabajaban diferentes capacidades físicas como fuerza, coordinación y equilibrio”.
Los juegos y actividades lúdicas también son importantes y favorecen a la adherencia al ejercicio físico, ya que la diversión es fundamental para la salud y el bienestar de los menores de edad. Jugar y participar en actividades recreativas no solo les brinda alegría y felicidad, sino que también tiene numerosos beneficios para su desarrollo físico, mental y emocional.
La diversión combinada con el juego fomenta la creatividad, la imaginación y el pensamiento crítico. Además, les permite explorar, experimentar y aprender de forma activa, lo que contribuye a su desarrollo cognitivo y emocional.
—
Por: Wilson Vásquez Ibarra.
Redactor Deportivo – TSM Noticias