Por estos días se está hablando mucho de los cambios que deben darse en la educación básica y media, a partir de las experiencias dejadas por el confinamiento y la virtualidad.
A continuación, les presento los siguientes 7 puntos para la nueva educación de los niños, en las instituciones educativas de básica y media, los cuales considero que son de gran beneficio para los estudiantes, los padres de familia, y también para los profesores:
1) Los niños tienen derecho al descanso fuera de la jornada escolar.
El artículo 31. 1 de la Convención sobre los Derechos del Niño, dice: “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”.
Así como los empleados en todos los países tienen derecho a trabajar un máximo de horas semanales, (Alrededor de 40 horas semanales en economías avanzadas, y 48 en países en vía de desarrollo), y a descansar fuera de su jornada laboral, los fines de semana, y festivos, asimismo, y con mayor razón, a los niños debe garantizárseles el derecho a estudiar un máximo de horas semanales dentro de la jornada escolar, y a descansar fuera de ésta jornada, los fines de semana, festivos, y recesos escolares. Por lo tanto, es de derecho que los niños tengan el tiempo para ser niños.
Que puedan disponer del tiempo fuera de la jornada de clases, para descansar, jugar, desarrollar sus talentos, hacer deporte, compartir con su familia, el arte, desarrollar la lectura por placer, la escritura, y realizar otras actividades diferentes a las actividades escolares, por lo cual es justo, legal y conveniente que se supriman las tareas, talleres, guías, y trabajos escolares, para realizar fuera de la jornada de clases.
Muchas personas, entre ellas, padres, profesores, rectores, y hasta alumnos, consideran que, si no se les manda tareas a los niños, entonces no se les está enseñando nada, pero esto es una equivocación.
Las tareas escolares para realizar fuera de clase, no mejoran el rendimiento académico. Todo lo contrario; éstas tareas lo que generan es agotamiento físico y mental, desánimo, desinterés por el estudio, estrés, rechazo hacia el colegio, conflictos al interior de las familias, y pueden afectar la salud mental de los niños, las familias, y los profesores. En muchas ocasiones, estas tareas son desarrolladas por los padres de familia, lo cual no tiene sentido.
Las tareas escolares para la casa les quitan el tiempo de descanso a los niños; tiempo precioso al cual ellos tienen derecho, y que pueden y deben aprovechar para realizar otras actividades, como las ya mencionadas, importantes y necesarias para su desarrollo personal, equilibrado e integral.
La vida de los niños no es solo estudio, colegio y tareas. No. El cuerpo y la mente de los niños necesitan descansar de su jornada escolar, como un empleado necesita descansar de su jornada laboral. Incluso, la tendencia mundial es disminuir la jornada laboral de los empleados, para buscar mayor bienestar y productividad en las empresas. Si esto aplica para los empleados, ¿aplicará también en el caso del rendimiento escolar de los niños? Sí, también aplica.
Finlandia es un ejemplo de ello. Con menos horas escolares, y sin tareas para la casa, ha estado dentro de los primeros lugares en las pruebas Pisa, realizadas por la OCDE.
Creo que es hora de liberar a los niños, a las familias, e incluso a los mismos profesores, de esa pesada, innecesaria, estresante, e injusta carga: las tareas escolares para la casa.
2) Desarrollar los temas de cada asignatura, dentro de la clase, buscando la participación activa y el autoaprendizaje del alumno, y brindándole la oportunidad de usar equipos tecnológicos para la investigación en el salón de clase.
3) Haciendo un análisis de los temas enseñados actualmente a los niños de primaria, secundaria y media, cerca del 80% de estos temas son innecesarios, y no sirven para la vida diaria y práctica, lo cual es un desperdicio de tiempo y recursos tanto para los niños, como para los padres, profesores, instituciones educativas y para el Estado. Por ésta razón, se deben rediseñar totalmente estos contenidos educativos, quitando lo que no sirva, e incorporando al Plan de estudios, aquellos temas que sí les sirvan realmente a los niños, para la vida diaria y práctica.
4) No debemos afanarnos por saturar de información a los niños. Es más importante la salud mental de los niños, las familias, y los profesores. Por eso, considero que es más importante enseñar a los niños un tema a la vez. Clase por clase. Sin afanes. Sin sobrecarga académica. Bocado por bocado. Pocos temas, pero que los estudiantes los entiendan bien, que entiendan los conceptos.
5) Clases con una duración de máximo 45 minutos, de acuerdo al tema, con un descanso de 15 minutos entre clase y clase.
6) Se deben organizar los horarios de las clases, sin sobrecargarlos. En la actual virtualidad, hasta tres clases por día, puede ser una buena opción.
7) Calificaciones, no descalificaciones. Es importante reflexionar sobre los efectos en los niños de la forma de calificación tradicional actual, donde los niños pueden sacar 1 o 2, y pensar en calificaciones por participación dentro de la clase, donde todos los niños tengan la oportunidad de participar, y las calificaciones sean siempre positivas.
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Por: Miguel Morera Lizcano
Abogado de la Universidad Libre de Colombia
Correo: miguelmoreralizcano@gmail.com