Hace casi medio siglo, en una clínica de Profamilia en Bogotá, se realizó la primera ligadura de trompas por laparoscopia en Colombia, procedimiento que representó un avance determinante en el ámbito de la salud sexual y reproductiva en el país, pues les permitió a las mujeres controlar su fertilidad y ejercer libremente su sexualidad con un procedimiento mínimamente invasivo y con muy baja probabilidad de complicaciones.
La ligadura de trompas es un procedimiento médico que consiste en cauterizar las trompas de Falopio para impedir el paso del óvulo al útero, evitando la concepción. Esta cirugía se ha practicado por décadas en Colombia, pero a principios de los años 70, Profamilia introdujo al país la técnica por laparoscopia: una cirugía mínimamente invasiva, ambulatoria, que no produce cicatrices grandes y que permite una fácil recuperación. Además, no afecta la producción de hormonas, la menstruación, ni el deseo sexual. Sumado a lo anterior, el procedimiento disminuye el riesgo de cáncer de ovario y cáncer de cuello uterino.
Según cifras de Profamilia, desde 1973 han realizado más de dos millones de ligaduras de trompas por laparoscopia en el país, lo que significa que cada vez son más las mujeres que buscan ejercer su autonomía reproductiva, accediendo a información, educación y servicios integrales de salud sexual y reproductiva. Así, durante los últimos 10 años, Profamilia ha realizado un promedio de 41 mil ligaduras de trompas anualmente a nivel nacional. Sin embargo, la pandemia por Covid-19 acentuó las barreras de acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva reduciendo, en 2020, el número de procedimientos realizados.
Luego de casi medio siglo, desde que se realizó el primer procedimiento de ligadura de trompas por laparoscopia, Profamilia reafirma su compromiso con la garantía de los Derechos Sexuales y Reproductivos y el acceso a servicios de salud con calidad, oportunidad y atención humanizada, buscando siempre innovar y estar a la vanguardia para que cada vez sean más las personas en Colombia que disfruten su sexualidad.
Mitos y realidades sobre la ligadura de trompas:
- Mito– Se debe contar con la autorización de la pareja o familiares para acceder al procedimiento.
Realidad – La ligadura de trompas se puede realizar a partir de los 18 años de edad. Es una decisión personal y un derecho de cada mujer poder ejercer su autonomía reproductiva.
- Mito– Altera el ciclo menstrual generando sangrados irregulares.
Realidad – Las mujeres pueden seguir menstruando de forma natural. La ligadura de trompas no afecta su ciclo hormonal.
- Mito – Disminuye el deseo sexual.
Realidad – La ligadura de trompas no afecta la vida sexual. Al contrario, después del procedimiento, algunas mujeres tienen mayor interés sexual porque están seguras de no quedar embarazadas.
- Mito– Previene la transmisión de las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual).
Realidad – La ligadura de trompas solo previene los embarazos no deseados. Para evitar una ITS, se debe usar condón en todas las relaciones sexuales.